Cazadores del Tecor de A Rocha tienen previsto realizar hoy una batida en los montes de Curantes y Lamas para tratar de reducir la población de jabalíes que está castigando las plantaciones de maíz en esta zona. La Dirección Xeral de Conservación da Natureza concedió finalmente autorización para esta intervención, como media excepcional, luego de las denuncias por daños en cultivos presentadas por varios ganaderos afectados por la inclusión del cerdo salvaje.
Varios de estos productores se reunieron el pasado miércoles con el alcalde de A Estrada, José López Campos, para trasladarle su problemática, un encuentro que terminó con el compromiso del regidor de mediar ante la Xunta para gestionar la autorización de batidas y las pocas esperanzas de los afectados de lograrlas.
Según explicó ayer el presidente del Tecor de A Rocha, José Manuel Toledo, la Xunta concedió permiso en esta ocasión para sacrificar hasta tres piezas y prohibió disparar a las hembras con crías. La licencia es para la participación de un mínimo de diez cazadores y un máximo de treinta, acompañados de perros. El representante del colectivo de A Rocha confía en poder reunir a más de una decena de compañeros para salir a los montes a partir del mediodía.
La excepcionalidad de esta autorización por parte del citado departamento de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio sorprende también a los cazadores. "Yo casi no me lo creo. Este problema lo hay en muchísimos cotos; todo el mundo pensaba que no lo iban a aprobar", señaló ayer Toledo, que, aún consciente de los problemas que el jabalí acarrea a los ganaderos, advertía de lo complicado de localizar a los animales debido a la gran cantidad de maleza existente en los montes, una masa vegetal que sirve de cobijo.
Y mientras las batidas se presentan como la primera opción para tratar de reducir la "sobrepoblación" de jabajíes que, según ganaderos y representantes sindicales existe, el cerdo continúa provocando daños en las plantaciones de maíz. Precisamente, productores de las zonas de Lamas, Curantes y Olives denunciaron ayer la incursión de este animal, nuevamente, en sus plantaciones. En algunos casos, es la segunda vez que siembran las fincas en menos de una semana, luego de que los jabalíes se comiesen la práctica totalidad de los granos plantados.
La situación desmoraliza a los afectados, que ven perdidos su tiempo y su dinero. Al respecto, uno de los ganaderos que el pasado martes participó en la reunión con el regidor estradense advertía al término de la misma que los daños van a abocar al cierre a una parte importante de las explotaciones.
