En medio aún de la polémica por el 'hackeo' a cuentas personales de profesores por parte de alumnos, tan solo ocho de los más de 200 socios que forman parte de la Anpa del IES García Barros acudieron a la asamblea celebrada el pasado miércoles para, entre otros asuntos, abordar el espinoso asunto, cuya investigación continúa en marcha.

La dirección del Anpa admite que esta baja asistencia le "ha supuesto una enorme decepción debido al momento tan delicado que está atravesando la comunidad educativa". En la reunión, el equipo que preside Raquel Vilas explicó a los asistentes las actuaciones llevadas a cabo por el Anpa en relación al asunto del 'hackeo' y leyó el escrito dirigido a la dirección del centro, presentado el pasado 25 de mayo. Tras reunirse con el equipo directivo, la Anpa prefiere, al menos por el momento, guardar silencio y dejar que la investigación continúe.

Por otra parte, en la asamblea no se presentó ninguna candidatura para renovar la junta directiva. Tres de sus cuatro miembros dejarán de formar parte de ella porque sus hijos pasan de curso y abandonan el instituto. A propuesta de una de las madres asistentes, se acordó establecer un plazo extraordinario de 15 días para la posible presentación de alguna candidatura. De no haberla, "la Anpa quedará en situación de inactividad", señala.

El colectivo aprobó las cuentas del presente curso e informó sobre las actividades llevadas a cabo de él.