Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Reflexión dezana sobre la cibernética

Barca Pérez y Aroa Lázara clasifican sus vídeos entre los nueve seleccionados en la cuarta Olimpiada Filosófica de España sobre las nuevas tecnologías y la identidad humana

Barca Pérez, cuarta por la izquierda, junto a los autores de los otros ocho vídeos finalistas.

Hace justo 90 años, en 1927, el director alemán Fritz Lang revolucionaba el cine mudo con Metrópolis, una película cuya protagonista, María, era un robot al que se le había insuflado el alma de una mujer fallecida y que incitaba a los obreros a rebelarse contra la clase pudiente de una ciudad ambientada en el años 2026. Cuatro décadas más tarde, los amantes del séptimo arte volverían a preguntarse si la inteligencia artificial puede llevar emparejados sentimientos, gracias a HAL 9000, el computador de 2001, una odisea del espacio que se ve forzado a escoger entre la obediencia a sus creadores o garantizar que la misión de su nave espacial se resuelva con éxito. La misma idea rondaría títulos como Terminator o, más cercanos en el tiempo, Ex machina y Ex machina Ghost in the Shell.

Está claro que, más que ciencia ficción, las películas que abordan ahora la relación entre robots y humanos son, en realidad, una reflexión sobre hacia dónde camina la evolución humana. Hasta el genio Stephen Hawking recomienda colonizar otros planetas, en vista del desarrollo que está alcanzando la inteligencia artificial. Las generaciones más jóvenes son, quizá, las más acostumbradas a convivir con teléfonos de última generación (¿o penúltima?) y el llamado internet de las cosas, así que es necesario que también reflexionen sobre esta situación.

De ahí que la IV Olimpiada Filosófica de España, que se celebró a principios de mes en Murcia, tuviese como tema central las Nuevas tecnologías e identidad humana. Los participantes podían concurrir con proyectos en vídeo, fotografía, disertación y dilema moral. La propuesta audiovisual fue la que atrajo a Barca Pérez y Aroa Lázara, alumnas de cuarto de Secundaria del instituto Pintor Colmeiro, de Silleda.

En 4 minutos y 50 segundos, y bajo el título de Intelixencia artificial, las dos jóvenes se impusieron en la final gallega y quedaron entre los nueve vídeos seleccionados para la final murciana, a las puertas de los tres premios. La trama cuenta la historia de una joven que, tras recibir los buenos días desde la voz de su teléfono móvil, apenas mantiene contacto con su entorno físico. Más que nada, porque sus compañeros de clase le hacen bullying, tachándola de rara por estar tan obsesionada con los robots cuando se la cruzan por la calle. Así que, como medida de prevención ante las futuras caídas que le esperan en la vida (caídas simbólicas ante estas situaciones de acoso), se pinta una rodillera. En un viaje en coche con su madre -la exalcaldesa Paula Fernández Pena- la joven ve cómo, en una parada de autobús, otra chica con expresión triste y desolada, móvil en mano, lleva pintada la misma rodillera. Barca Pérez, que acudió sin su compañera a Murcia para defender este trabajo, explica que el corto fue rodado de forma íntegra en A Bandeira. E, igual que pasaba con 2001, una odisea del espacio, este vídeo invita a numerosas reflexiones: ¿causa internet una exclusión social?, ¿acabarán los teléfonos móviles y cualquier ente artificial por sustituir a las relaciones entre humano y humano?

Compartir el artículo

stats