Deza despidió ayer la Semana Santa en clave repostera. La jornada jalonó de misas solemnes la zona para festejar la Resurrección en un día marcado por la visita a las confiterías. En toda la zona los artesanos pasteleros trabajaron a destajo para poder servir los numerosos roscones que los padrinos y madrinas adquirieron para obsequiar a sus ahijados en el día señalado para esta antigua tradición. También fueron muchos los que optaron por, además del inevitable roscón de crema, hacerse con algún ejemplar de huevos de chocolate que completaron los postres de muchas casas dezanas.

En toda la comarca sonaron campanas de gloria para festejar que Cristo había resucitado, en especial en las eucaristías previstas para el mediodía en los templos repartidos por Deza. La iglesia de Nosa Señora das Dores de Lalín acogió la celebración más multitudinaria, en la que tuvo lugar la bendición de los roscones y del pan. En O Corpiño, por ejemplo, la Bendición del Pan tuvo lugar en las misas de 10.00, 12.00 y 18.00 horas, que también contaron con una importante presencia de feligreses procedentes de distintos puntos de la zona. En la capilla de Montserrat, en Donramiro, también hubo bendición y misa a partir de las 11.00 horas, a la que acudieron muchos devotos de esta parroquia lalinense, en un día en el que los cristianos conmemoraron la resurrección de Cristo al tercer día de su crucifixión.