El Colexio de Arquitectos de Galicia (COAG) cierra la lista de participantes a sus XVII Premios COAG de Arquitectura, en los que concurren un total de 158 obras visadas, ejecutadas y finalizadas entre el 31 de julio de 2014 y el 31 de julio de 2016. Los premios se entregarán en un acto que tendrá lugar el próximo 17 de marzo en el Teatro Principal de Ourense.

Los galardones cuentan con 10 categorías: vivenda; rehabilitación; equipamientos; diseño urbano/espacios abiertos; interiorismo y reforma interior; arquitecturas efímeras; bajo coste; arquitectura novel; divulgación e investigación y, por último, proyectos fin de carrera. Las comarcas cuentan con tres aspirantes a estos galardones, incluidas en dos categorías. Son la nueva biblioteca municipal de Lalín, una vivienda reformada en Callobre, A Estrada (ambas dentro del apartado de rehabilitación) y el panteón rehabilitado de la familia González Barros, en Soutelo de Montes, Forcarei, dentro de la categoría de obras de bajo coste.

La conversión de la antigua casa consistorial de Lalín en biblioteca municipal lleva la firma del arquitecto Luis Fernández Fernández. Su rehabilitación obedece a la idea de reordenar y regenerar el conocido como "barrio de abaixo", el núcleo originario del Lalín actual. El edificio sumaba, en el momento de su acondicionamiento, 160 años, durante los que padeció "agresivas modificaciones" como falsos techos sin retirar los anteriores o forjados de hormigón de baja calidad. Se optó por permitir una gran cantidad de usos simultáneos que no interfiriesen entre sí. De este modo, en la primera planta se concentra las actividades de biblioteca, y en la baja, usos menos "silenciosos" como salas infantiles o de consulta informática.

Ya en Tabeirós-Montes, Alberto redondo, José Martín Valladares y Marcial Rodríguez firman la rehabilitación de una vivienda tradicional en Pousada. Los tres expertos redujeron al máximo la tabiquería, respetando la estructura original de una construcción ligada a los trabajos agrícolas. Así, el antiguo pajar no se usa como tal, sino que se reconvierte en una sala de estar, mientras que las cuadras pasan a albergar la cocina.

Por su parte, Luis Gil Pita-Cristina Nieto Arquitectos son los responsables de la recuperación del panteón de los González Barros, construido en 1925 en Soutelo de Montes. Este complejo funerario era un palacete de estilo historicista-ecléctico. Fue una de las primeras construcciones de principios del siglo XX en hormigón, a nivel provincial. Su emplazamiento actual está desarraigado, ya que linda con las zonas deportivas y de juego del colegio público de Soutelo. El complejo contaba con dos enterramientos colindantes: uno exterior, más antiguo y en granito, con dos túmulos funerarios, y otro ecléctico, con una pequeña nave donde se encuentran 8 enterramientos adultos y cuatro infantiles, con una cabecera posterior con un altarcillo de ofrendas. Entre las reformas que se llevaron a cabo figura el cambio de la cubierta de teja curva por una estanca de zinc, la recuperación de los laterales de la capilla que habían sido cegados y la colocación de vidrios circulares para permitir la entrada de luz.