Este año, Luis Lalín cumple dos décadas como interventor de armas de la Guardia Civil en el área de Lalín, que cubre a los demás municipios de la comarca dezana. Apunta que, en estos 20 años, no se produjo un incremento de licencias, sino todo lo contrario: la falta de relevo generacional provoca que haya más bajas que altas, "a pesar de un ligero repunte el año pasado", señala.
-¿Qué trámites hay que cumplimentar para obtener una licencia de armas?
-Para acceder a una licencia de armas por primera vez hay que hacer un examen teórico y otro práctico. La prueba teórica consiste en un cuestionario de unas 400 preguntas sobre el reglamento de armas, mientras que la práctica se centra en el conocimiento de la propia arma y en un ejercicio de tiro al blanco, que se realiza en las comandancias de Lugo, Ourense y Pontevedra. El hecho de tener que superar un examen y que además sea en día laborable provoca que muchas personas decidan no optar a esta licencia. Además, para obtener un permiso hay que presentar una solicitud aquí en Intervención de Armas, acompañada de un certificado de antecedentes penales, que podemos solicitar desde la propia intervención si nos autoriza el ciudadanos, una fotocopia del DNI, un informe de actitudes psicofísicas y la justificación de la actividad para la que se necesita el arma. Estos trámites se aplican para las licencias de armas de caza, así que en el caso de armas cortas, para defensa de particulares, hay que justificar además la necesidad de portar ese arma. Suele darse en el caso de jueces o miembros de las fuerzas de seguridad del Estado retirados. Además, si el solicitante tiene más de 60 años, debe aportar ese certificado de aptitudes psicofísicas cada dos años, y cada año si tiene más de 70.
-Una licencia de arma corta está en vigor durante tres años, y la de caza cinco. ¿Suelen darse casos de personas que se queden con el arma cuya licencia esté ya caducada?
-Es muy difícil de determinar. Desde el departamento de Intervención de Armas, un mes antes de que caduque la licencia, enviamos una carta al propietario del arma. Normalmente, en esta zona los titulares de licencias ya remiten la solicitud de renovación de permiso antes de que éste expire. Para renovarla, tiene que reenviar de nuevo toda la documentación y, mientras se revisa todo el expediente para volver a conceder la licencia, le damos una autorización temporal. Se dan casos, también, en los que fallece el propietario del arma y la familia decide entregarla porque no tiene interés en renovar la licencia. En este caso, el arma queda depositada en nuestro departamento y, en función del estado en que se encuentre, al cabo de un año va a subasta, con un precio de salida que fija la familia. Si se adjudica, se le entrega ese dinero.
-Usted señala que en estos 20 años apenas hay altas de gente joven en cuanto a licencias de armas. ¿Aumentan los permisos para mujeres? ¿Pueden los menores de edad tener un arma?
-En cuanto a las mujeres, es verdad que cada vez hay más vecinas que tramitan una solicitud de licencia de arma, sobre todo para caza. En cuanto a los menores, el Reglamento de Armas indica que este sector de la población no puede ser titular de un arma ni estar en posesión de ella, pero sí puede cazar o practicar tiro deportivo siempre que esté tutelado por una persona mayor. Así, el joven no puede cazar ni solo ni lejos de la persona que ejerce de tutor.
-¿Ha habido incidentes con titulares de armas?
-Todos los percances que se registraron en Deza son accidentes de caza. Nunca se produjo ningún suceso en el que hubiese armas de por medio. Otra cosa son las denuncias que se formalizan en casos de violencia de género en los que se producen amenazas verbales. Aquí la gente es responsable y sabe lo que conlleva tener un arma.
