Crespo se mostró muy crítico con las concejalías de Urbanismo y de Cultura. En ambos casos citó cuestiones que a su juicio evidencian una clara falta de capacidad de gestión política. Del departamento de Nicolás González Casares indicó que no es tolerable que se tarden casi cuatro meses en dar licencia para las obras del IES Laxeiro ni ahora justificar el retraso del proyecto alegando que el proyecto técnico tiene carencias. Dijo que en su etapa las obras de otras administraciones públicas eran prioritarias hasta el punto que se encargaba a veces él mismo de llegar los expedientes, por ejemplo, a la Xunta para que fuesen corregidos junto con técnicos municipales y las infraestructuras no tuviesen el más mínimo retraso. A Lara Rodríguez Peña la acusó de no aportar nada en el Pazo de Liñares o en la biblioteca más que la herencia recibida. Y le recordó el retraso en la puesta en marcha de la biblioteca, con libros apilados en cajas de fruta durante meses o miembros de APAC coordinando trabajos en este recinto como si fuesen empleados públicos. También censuró la iniciativa de presupuestos participativos para 2018 cuando nada se sabe de los del próximo año.

Por último, accedió a la petición de Cuiña sobre la campaña de empadronamiento y pidió a los vecinos que se anotasen en el padrón por lo mucho que se juega Lalín si se baja de los 20.000 habitantes.