El impacto del rayo sobre el consistorio el pasado 10 de abril hizo saltar por los aires las esferas del mítico e histórico reloj instalado en la cúpula del edificio. Los dos óculos que ocupaban lucieron vacíos durante meses, si bien en los últimos días aparecieron tapados, previsiblemente para evitar la filtración de la lluvia al interior de la estancia en la que se encuentra alojada la maquinaria.

El reloj fue el gran superviviente. Salió funcionando de la sacudida que el relámpago ocasionó para el edificio. Su carácter mecánico le salvó la vida. Solo es preciso reponer el suministro que hace sonar las 17 notas del carillón y que evita que alguien tenga que subir para darle cuerda.

Esta melodía ya no se escuchaba antes de que cayese el rayo porque un interruptor estaba averiado, según explicó el relojero municipal, Manuel Puente. El reloj está dotado de un carillón que solía indicar a los vecinos la llegada de las 08.00, las 12.00 y las 20.00 horas con un sonería popular, una melodía que fue compuesta por un músico local.

El mítico reloj del ayuntamiento estradense, que luce hoy intacto aunque mudo, llegó al municipio en torno a la década de los 40. Fue encargado a un artesano relojero de Roquetas. Lo firma Manufacturas Blasco y Puente lleva décadas cuidando de él. Este experto explicó ayer que todavía se podrían conseguir las esferas propias, aunque ya no se fabrican. Reparado el sistema eléctrico, su recuperación parece inmediata. Sin embargo, para volver a mostrar las horas a los estradenses, además de voz, necesita recuperar sus dos esferas.