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Los concellos de las comarcas aplican el mismo tipo de IBI que antes de la crisis

Solo Agolada lo tiene más elevado y en Cerdedo es menor -Agolada y Silleda presentan un coeficiente más alto de la media gallega -En Lalín es del 0,46 y en A Estrada sigue en el 0,4

En Silleda es donde se aplica el tipo impostivo más alto a los inmuebles urbanos. // Bernabé/Javier Lalín

La mayor parte de los concellos de Deza y Tabeirós-Montes aplica este año el mismo tipo impositivo al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) urbano que antes del comienzo de la crisis. Durante estos años cada administración municipal ha marcado, dentro de la normativa, sus estrategias tributarias para la recaudación del principal impuesto del que se nutren sus arcas públicas. A excepción de Agolada, donde la contribución ahora es más cara que en 2008, y en Cerdedo, que ocurre lo contrario, el tipo en los demás ayuntamientos es exactamente idéntico.

Cada concello ha tenido potestad estos años para subir o bajar la contribución dentro del marco normativo y, también, acogerse al decreto ministerial que permitió a través de una disposición subir los recibos entre un 4 y un 10% los tres últimos años. Esto ocurrió en Lalín, donde entre 2013 y 2015 el tipo fue del 0,5% para los recibos por encima de la media y del 0,4 para los inmuebles de menor valor. Una vez que la disposición del Ministerio de Hacienda se quedó sin efecto para el presente año, el tipo debería haberse situado de nuevo en el 0,4%, aunque el gobierno local modificó una ordenanza al alza para que fuese del 0,46. Recientemente el ejecutivo de Rafael Cuiña anunció que de cara al próximo año habría una rebaja lineal del impuesto de la contribución al 0,4. Lalín representa una singularidad una vez que hace ahora 12 años se aprobó una nueva ponencia con un catastrazo que trajo un aumento importante en el precio de los recibos. Luego, durante una década, cada año se fue aplicando una rebaja de una décima. El tipo impositivo en 2008 estaba también, como ahora, en el 0,46.

En Silleda se mantiene más alto, en concreto en el 0,53. Es junto a Agolada el que rebasa el promedio del tipo medio de los concellos gallegos, del 0,52408%. En los casos de Vila de Cruces y Rodeiro, tienen en sus ordenanzas un tipo aplicable del 0,4 y el 0,48 respectivamente. En Dozón sigue en el 0,5%. A Estrada es el concello donde la fotografía de su IBI urbano mantiene un mismo tipo (0,4) en el transcurso de estos ocho años, del mismo modo que Forcarei. En Cerdedo osciló entre el 0,2750 en vigor para el presente año al máximo del 0,5%. Si vemos lo que acontece este año y el anterior, los únicos cambios al alza se dan en Lalín y Agolada, mientras que en Cerdedo el descenso es de algo más de dos décimas.

Aunque la contribución no es el único impuesto directo el IBI urbano sí es la principal fuente de obtención de recursos económicos de los concellos. Si vemos la previsión de ingresos de tributos directos este año y los de 2008 la diferencia es de 4,3 millones más para totalizar 14,7. Lalín se sitúa con 5,5 millones frente a los 4 de hace ocho años, que supone una subida del 36%. Silleda pasa de 1,5 a 1,9 millones y el crecimiento más llamativo se da en Vila de Cruces. Sus 1,2 millones son un 76% más. Rodeiro pasa de 535.000 a 594.000 euros y Agolada, de 339.000 a 471.000. Y Dozón prevé 141.000 euros, casi 44.0000 más. En A Estrada la recaudación estimada es de 3,7 millones, un 63% más que antes de la crisis. Forcarei pasa de 604.0000 a 726.000 y Cerdedo también sube y obtiene 275.000 cuando habían sido 172.000 euros.

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