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Unas 30 explotaciones lecheras de Deza están sin cobrar desde principios de año

-Unións Agrarias lleva el caso al juzgado, que a nivel gallego afecta a 200 ganaderos -Exige que la Xunta endurezca los criterios para poder actuar como primer comprador

Vacas lecheras en una explotación ganadera de Lalín. // Bernabé/Javier Lalín

En torno a unas 30 explotaciones ganaderas de la comarca de Deza están pendientes desde principios de año de que primeros compradores les paguen la leche que les recogen. La situación afecta, a nivel gallego, a 200 granjas, que no pueden cerrar porque tienen que afrontar sus deudas y, en caso de no hacerlo, el banco se quedaría con la explotación o incluso con otros bienes como la propia vivienda. Tampoco pueden cambiar de comprador de forma tan fácil, dado que en el mercado actual sobra producto y se exponen a venderlo a un precio aún más irrisorio.

El sindicato Unións Agrarias acaba de hacerse eco de la situación y ha trasladado el asunto a los juzgados, para que se celebren juicios rápidos en los que se obligue a los primeros compradores implicados a declarar si mantienen esa deuda o si, por contra, ya la han liquidado. El problema radica en que apenas se piden requisitos, desde la administración autonómica y la central, para ser primer comprador, de ahí que en algunos casos "lo único que podemos embargarle para saldar la deuda con los ganaderos sea un teléfono móvil", explica el secretario general de UU. AA. , Roberto García. El sindicalista prefiere no dar a conocer las cantidades que se adeudan a las explotaciones dezanas, pero deja caer que se trata "de varios miles de euros". Desde el gobierno, además de endurecer los criterios para ser primer comprador, también se puede retirar el título a quien ostente esta figura y deba dinero a las explotaciones, "porque está generando un fraude", ya que estas personas sí cobran por entregar la leche a las industrias.

Unións tardó en tener conocimiento de la situación por la que atraviesan estos ganaderos, que se mantuvieron en silencio durante varios meses por, precisamente, miedo a que dejasen de recogerle la leche. No descarta que existan más casos y confía en que en un plazo de 10 ó 12 días el juzgado llame a declarar a los empresarios que mantienen la deuda.

Hay que recordar que la relativa facilidad con que uno puede convertirse en primer comprador ya cuenta con varias consecuencias en Galicia. Una de las más recientes fueron las cartas que recibieron varios ganaderos de Lalín en los que se les facilitan dos números de teléfono para comprar leche "a precio digno". El otro caso radica en Lugo, donde al parecer una inmobiliaria está detrás del anuncio de compra de este alimento. Unións Agrarias cree que el objetivo de esta iniciativa no es otro que "aprovecharse de la situación de desesperación" de los productores en un escenario en el que el precio sigue sin cubrir costes.

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