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Daniel Cuñarro Baldonedo: "En el rural la gente se corta más que en una gran ciudad a la hora de un cambio de look"

"Está por ver aún que el teñido que se hicieron Messi o Neymar llegue a cundir entre los chavales jóvenes"

Daniel Cuñarro, ayer en su peluquería de la calle Alcalde Ferreiro de Lalín. // Bernabé/Javier Lalín

Es un hijo de la emigración que desde hace casi tres décadas se dedica a peinar a una clientela tan fiel que perdura generación tras generación. Daniel Cuñarro Baldonedo, Daniel para clientes y amigos, tiene su peluquería en la calle Alcalde Ferreiro de Lalín, donde espera algún día poder ceder el testigo a alguno de sus dos hijos varones, casi tan coquetos como él, según su padre.

-¿Cómo recuerda sus años de formación en el extranjero?

-Empecé en Suiza y seguí formándome en Venezuela, y me sigo formando porque en este trabajo siempre aprendes. Evidentemente, lo básico aprendes en una academia. Donde más aprendí fue en Venezuela porque allí hay una gran variedad de cabellos diferentes. Es un país con una gran mezcla de razas y tienes de todo, el cabello africano, la mezcla con europeo, y por eso es un país buenísimo para aprender peluquería. En Venezuela tuve una profesor italiano muy bueno que, aunque era mayor, tenía un gran prestigio porque había empezado en los años 30 en plena Alemania nazi. Venezuela fue el lugar donde más aprendí.

-¿Fue complicado instalarse y empezar a trabajar en Lalín?

-No demasiado. Estoy muy agradecido a mi clientela porque la gente me dice que algunas cosas las hago bien, pero hay mucha más gente que lo hace muy bien. Lo que sucede es que, a veces, tiendes a especializarte en algunas cosas porque te gusta más. Sucede lo mismo con el médico y una especialidad. En la peluquería se hace de todo un poco pero suele haber algunas cosas que te gustan más que otras.

-¿Cómo se consigue tener clientes de una misma familia pero de distintas generaciones?

-Yo tengo familias casi enteras que vienen a peinarse con nosotros y a algunos de ellos los he visto crecer desde pequeñitos. Hubo gente que vino para arreglarse para su Primera Comunión y para su boda. Es algo realmente entrañable porque es gente que siempre confió en tu trabajo y te lo demuestra con esa gran fidelidad. En estos días de la fiestas de Lalín siempre tenemos más trabajo, y esa clientela es la que nunca falla, afortunadamente.

-¿La gente se sigue acicalando cuando llegan las fiestas de As Dores? ¿Más ellas que ellos o no?

-Por supuesto que la gente viene a arreglarse cuando llegan las fiestas pero estoy notando últimamente como que una de mis especialidades, que es el corte de cabello y crear estilos, cada vez gusta más a la gente joven y va en aumento la presencia de chicos. El hombre se cuida mucho más que antes, incluso se llevan productos para cuidar su cabello en casa y todo. No mucho, pero sí se lleva.

-¿La gente se deja asesorar cuando se pone en sus manos?

-No podemos olvidar nunca el entorno en el que vivimos, que es rural. Aquí la gente se corta un poco más que en una gran ciudad a la hora de un cambio de look. Todos tenemos algunos iconos de la moda como la gente famosa que está en el candelero. Hay mucha gente que encuentra lo que quiere en las revistas del corazón y te lo dice. Eso pasa mucho cuando tienen que decidir qué peinado llevar porque en esas revistas aparecen muchas ceremonias y les gusta poder copiarlos.

-¿Alguna vez le tuvo que mentir a algún cliente sobre su peinado, aunque no le gustara?

-Lo más importante siempre es aceptar el gusto de cada una de ellas. Lo más importante no es que tú lo hagas mejor o peor, es que la gente se vaya contenta con su aspecto. En esta profesión tienes que estar abierto a todo el mundo y tener claro que cada uno tiene su gusto particular. Muchas veces cambian de peluquería para cambiar de estilo porque falta comunicación entre el estilista y el cliente. Hoy en día con internet ya los hay que lo puedan hacer ellos mismos.

-¿Cómo es eso?

-Sobre todo los más jóvenes, buscan vídeos en internet y ya se peinan en casa. Los futbolistas son otro sector que influye mucho entre los más jóvenes. Peinados como los de Ronaldo, Neymar o Messi son copiados por muchos de ellos. Está por ver que el teñido que se hicieron tanto Messi como Neymar cunde entre la juventud. De momento, lo de teñirse sólo lo piden las mujeres. A ver si se animan los chicos después de ver a esos futbolistas tras su transformación en el color de su pelo.

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