Unións Agrarias valora los destrozos causados por las últimas tormentas que estuvieron presentes en esta semana. Los daños que causaron en las granjas de los distintos puntos del rural de Deza-Tabeirós pueden superar los dos millones de euros.

El aparato eléctrico afectó a toda la zona que vive de la agricultura y ganadería y dañó especialmente las ordeñadoras, pozos de agua, la ventilación de los pollos y conejos y también tuberías de agua que rompieron por los estampidos. Además, la mayoría de las viviendas también se vieron afectadas de alguna forma. Unións Agrarias constata de que Dozón fue una de las zonas más afectadas por los rayos, además de que la luz estuvo ausente en algunos lugares por más de 22 horas. El proceso de ordeñado también se vio afectado, pues gran parte de las ganaderías no pudo empezar el trabajo a su hora. En otros casos, al faltar la luz, la leche no llegó a refrigerarse. En estos casos, hay falta importante de cobertura por parte de los seguros y también hay algunos que no disponen de ellos, por eso mismo deben recurrir a recursos propios.

Mario Quintana, vecino de Forxán, comenta que los contadores no están preparados para estos fenómenos meteorológicos y que siempre que viene la tormenta les causan daños en algún aparato que para ellos supone pérdidas. Comenta que los destrozos en las granjas de pollos rondarán los 10.000 o 20.000 euros, algo que no saben si costearán las aseguradoras, porque después de solicitar varias ayudas, el seguro deja de cubrir tantos daños. En estas granjas lo más afectado son la ventilación y los motores de los pozos de agua. "Todos los aparatos que deben estar encendidos para que funcionen durante todo el día y que la granja esté en producción, cuando llega la tormenta se ven afectados", comenta Quintana. Este vecino, junto con Rubén Reboredo vecino de Castro de Cabras, estuvo en torno a 22 horas sin luz, por lo que las granjas no funcionaron durante este período de tiempo. Esto mismo le sucedió a otro vecino que está en la misma red eléctrica: Benjamín García. Este vecino tiene una granaja de pollos y otra de vacas. En su caso, por la tardanza de la luz no pudo ordeñar hasta las 16.00 horas y esto supone pérdidas en la producción de ese día. Además también tiene pollos y no pudo alimentarlo, "son pequeños y no pueden pasar tanto tiempo sin su comida", aclara. Aunque los problemas en las salas de ordeño son menores, si que supuso muchas pérdidas en la producción de esa jornada. Estos vecinos se sienten muy estresados cada vez que llega una tormenta: "Cuando sabemos que va haber mal tiempo y tormentas, nos ponemos intranquilos porque no sabemos los daños que nos va a causar y como podemos actuar para tratar que sean los menores posibles. Estos fenómenos meteorológicos no se pueden impedir, pero si debería haber una forma para evitar que cause tantos daños, sobre todo a los que trabajamos con la corriente", alude Quintana.

Estas tormentas no eran necesarias, pero la poca agua que trajeron sí, según comenta Román Santalla, presidente de Unións Agrarias. Este año fue uno de los más secos, aunque el período solo fue de dos meses, las temperaturas fueron demasiado elevadas por lo que los terrenos y las cosechas no darán la misma producción. Una hectárea de maíz debería producir en torno a unos 38.000 kilogramos de forraje para las vacas, sin embargo las pérdidas son de 10.000 kilogramos por lo que suponen en torno a un 30% menos de recogida. "Ya hay algunos ganaderos que se están planteando no sembrar la cosecha del año que viene, puesto que en este vamos tener que pedir alimento para las vacas a fuera de Galicia", explica Santalla. Desde Unión Agrarias aconsejan a los afectados que realicen sus reclamaciones correspondientes, tanto por el corte del suministro,como por la tardanza en arreglarlo. El sindicato tendrá las sedes de sus oficinas a disposición de todos los afectados para que muestren sus quejas e intentar ayudarlos.