Los feligreses de Donramiro y el Obispado de Lugo acometerán la reparación del tejado de la iglesia parroquial de Santa María de Donramiro. El templo, uno de los más valiosos del románico existentes en el municipio lalinense, se encuentra en mal estado desde hace tiempo. Al deterioro de su singular retablo hay que añadir los problemas en la cubierta que generan filtraciones de agua y humedades visibles en distintas partes del inmueble religioso. De hecho, por cuestiones de seguridad se decidió que las misas dominicales se trasladasen a la capilla de O Montserrat ya desde comienzos del presente año. Meses después y en vista de que las aportaciones de instituciones públicas como la Xunta no acababan de concretarse el párroco, Marcos Torres, explica que los trabajos de conservación son además de necesarios, urgentes. Por ello será la comisión de feligreses existente en Donramiro, en colaboración con el obispado la que trate de recabar fondos para llevar a cabo al menos la sustitución del tejado.
La cubierta de la iglesia está muy dañada desde hace tiempo y además de numerosas tejas rotas su superficie está llena de musgo y otras plantas que no hacen si no agravar el problema de las humedades y filtraciones de agua. Pese a que son necesarias otras actuaciones como la restauración del retablo o la renovación de parte de los elementos de madera que sustentan la tribuna, el cura responsable de la parroquia admite que la prioridad máxima está en la reparación de la cubierta para que al menos no llueva dentro de la iglesia y los elementos estructurales no sufran más deterioro.
Aunque la iglesia de Santa María de Donramiro no está cerrada al culto, los oficios dominicales se han trasladado a la capilla. Precisamente a mediados del próximo mes el templo parroquial se abrirá como es tradición para el traslado de una imagen de la Virxe do Montserrat hasta la capilla en procesión. Allí permanecerá desde el domingo 11 hasta el martes siguiente, cuando regresará a la iglesia. En el templo afectado se ofician funerales, aniversarios o celebraciones solicitadas por los fieles, aunque menos de las habituales, precisamente por el deficiente estado de conservación que muestra. Con el otoño ya a la vuelta de la esquina y la previsible época de lluvias, por el momento no hay fecha para el comienzo de las obras de reposición del tejado del templo.
