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Variaciones residenciales

Siete de los nueve concellos recibieron menos vecinos de los que marcharon en el último año

Lalín presenta un saldo de empadronados positivo en 163 personas y Forcarei, en 8 -Vila de Cruces y Dozón son los que tuvieron más bajas en sus censos -Lalín aglutina cerca de la mitad de los 457 nuevos extranjeros

Gente en las calles de Lalín en la última campaña promocional del comercio. // Bernabé/Javier Lalín

Los movimientos de la población de las comarcas en el último año ponen de manifiesto una tendencia común en los últimos tiempos; a los seis municipios de Deza y Tabeirós-Montes se marchan más personas de las que llegan. Este dato de variaciones residenciales es más relevante si cabe en un territorio con un saldo vegetativo negativo o un índice de nacimientos por debajo de la media provincial e incluso autonómica. La diferencia entre los que eligieron uno de los concellos de la zona como lugar de residencia y los que se fueron es negativa en 63 personas. Las altas, según los datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) -ya con el año pasado cerrado- indican que se produjeron exactamente 1.836 altas en los padrones municipales, pero hubo 1.899 bajas. Solamente Lalín y Forcarei aguantan dentro de un escenario generalizado de pérdida de vecinos.

Para comprender lo que acontece en esta zona hay que analizar estas referencias por concellos. En Lalín, durante el año pasado, se dieron de alta 745 personas, de las que 381 son hombres. La mayor parte corresponden a ciudadanos españoles, una vez que los nuevos empadronados extranjeros se quedan en 144. Con todo ninguno de los demás municipios logró atraer empadronados extranjeros a estos niveles y solo A Estrada se acerca, pero con solamente 72 casos. Si observamos las referencias de los lalinenses que se fueron a otros territorios cabe destacar que suman 582. De éstos, 485 ciudadanos tenían nacionalidad española y los restantes casi un centenar son extranjeros que dejaron la capital dezana. En Silleda se produjeron en total 277 altas, de las que 58 fueron ciudadanos con otra nacionalidad distinta a la española. Una persona más dejó Trasdeza el pasado año en comparación con los que vinieron. De esos 278 que causaron baja en el padrón, 52 eran extranjeros. Vila de Cruces presenta los peores datos y no solo en términos porcentuales, una vez que la diferencia entre altas y bajas es negativa en 77 personas. Pidieron su baja en la localidad como habitantes de pleno derecho 200 ciudadanos y solamente hubo 123 altas. El saldo negativo en Rodeiro fue de 27 personas. Su padrón municipal sumó 56 nuevos habitantes, pero otros 83 se fueron. En el caso de Agolada las altas sumaron 57, pero las bajas fueron mayores y 81 ciudadanos decidieron buscar una nueva vida lejos de sus fronteras municipales. Dozón solo fue capaz de atraer a 7 personas y 29 se fueron.

A Estrada, con una población superior a la de Lalín, presenta sin embargo una situación inversa en estas variaciones residenciales. Si la capital dezana atrajo en total 163 personas más de las que abandonaron su territorio, la diferencia negativa en la estradense fue de 39 personas. Hubo 391 nuevos empadronados, frente a los 426 que se fueron. De las bajas, 73 son de ciudadanos extranjeros. En Forcarei hubo 99 altas y 91 bajas y en Cerdedo el reparto es de 91 y 112 respectivamente.

En total, abandonaron las comarcas 311 extranjeros. De los 457 que llegaron, 138 son de la Unión Europea, 217 de América, 68 de África, 19 asiáticos y una quincena de otros países europeos. Lalín es el que más extranjeros ganó, 206, y casi la mitad de ellos son de América. De este continente llegaron 35 a A Estrada. La mitad de los africanos nuevos, vinieron también a Lalín.

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