La concejala de Medio Ambiente de Lalín, Celia Alonso, anuncia que el Concello no tomará ninguna medida contraria "al criterio de los técnicos" en el expediente del Espazo Natural de Interese Local (ENIL) para el bosque de Casas Vellas. La representante municipal mantiene, pese a las opiniones contrarias de Adega o de otros expertos, que para que la Xunta autorice el ENIL los propietarios tienen que firmar las autorizaciones pertinentes, una vez que la administración local precisa estos permisos para establecer el plan de usos del espacio y la custodia de los árboles.
Con todo, Celia Alonso se muestra favorable a contactar "nuevamente" con la Xunta "por si hubiera cualquier cambio en lo referente a las acciones que se deben tomar para la tramitación". En caso de que la consellería respalde las tesis de personas como la del secretario ejecutivo de la organización ecologista Adega, Fins Eirexas, o el biólogo lalinense Martiño Nercellas -que las firmas de los afectados no son necesarias para iniciar el procedimiento- el Concello estaría en disposición de presentar en pleno el ENIL para su aprobación. "En todo caso, siempre actuaremos bajo lo que nos digan los técnicos", reitera la concejala.
Las diferencias entre lo que sostiene Alonso y los expertos consultados radica en que mientras para la concejala son imprescindibles las firmas de los dueños de las fincas que se verían afectadas por el ENIL en este bosque de la parroquia de Catasós, Eirexas o Nercellas insisten en que no lo son, aunque sí es conveniente contar con su respaldo una vez que el ayuntamiento desarrolle el plan de gestión. Porque cierto es que, aunque el ENIL parte de una administración pública, las fincas son de propiedad privada.
Una de las claves en las que no entra la concejala es, según Adega, que Casas Vellas Vellas ya fue incluida por la Xunta como Lugar de Especial Interese Paisaxístico y que ello supone que los dueños de los terrenos no tengan en cierta medida una total potestad sobre los mismos. El problema para el Concello se radica, más cuando era inesperado, que algunos de los afectados que lideraron las reivindicaciones sociales contra la línea eléctrica de Fenosa por este bosque, ahora no quieran firmar que los árboles pasen a ser custodiados por el ayuntamiento.
