Vecinos de la calle Pardo Bazán de Lalín están muy preocupados por el estado que presenta la casa de planta bajo y piso situada en el número 12. Abandonada desde hace varios años, durante un tiempo albergó en su planta baja una tienda de electricidad y, después, las oficinas de una operadora de telefonía. Desde entonces, las dependencias presentan un estado lamentable, y los habitantes de esta céntrica calle de Lalín temen que pueda convertirse en un foco de infección. De hecho, se ha convertido en la residencia habitual de una importante colonia de gatos, que se dejan ver por la casa tanto de día como de noche. Además, la puerta principal está muy deteriorada, con uno de sus paneles rotos, que deja ver un bajo con el suelo de madera muy deteriorado, las paredes con pintadas, mobiliario destartalado y peligro de desprendimiento de una cubierta donde parte de su canalón está roto.
"Teníamos previsto enviar a los dueños un apercibimiento para que reparen lo antes posible la vivienda", explicó ayer el teniente de alcalde de Lalín, Nicolás González Casares, sobre la situación del inmueble. En este sentido, González Casares recordó que también está previsto que técnicos municipales realicen un informe pormenorizado de la casa para saber si hay que poner en marcha una declaración de ruina, en cuyo caso se instaría de manera urgente a los propietarios para su rehabilitación. Si éstos se negaran a hacerlo, el propio Concello se encargaría de acometer las obras para, después, remitir la factura del trabajo a los dueños de la finca. Nicolás González Casares subrayó que es esa es una potestad que tienen los ayuntamientos en esta materia urbanística.
