La reanudación de los trabajos de excavación en la corona del Castro de Doade (Lalín), iniciados en días pasados, comienza a dar ya sus frutos. Las tareas iniciales de esta segunda excavación se centraron en continuar las prospecciones en los puntos en los que se habían comenzado hace casi un año. El objetivo era continuar estas excavaciones hasta agotar todos los niveles arqueológicos, es decir, hasta que se encontraran con roca madre que les impidiese continuar y diese por finiquitadas, como aconteció efectivamente en algunas de ellas. Ahora las labores del equipo se centran principalmente en continuar descubriendo los muros de una antigua vivienda castreña que ya comenzaron a vislumbrarse con la primera calicata.
GALERÍA | Excavaciones en el yacimiento arqueológico. // Bernabé / Javier Lalín
Estos trabajos para desenterrar la antigua construcción han corroborados los estudios previos y las primeras excavaciones que indicaban que la vivienda podría contar con un diámetro de 6 metros. Estas labores de meticuloso destierre permiten fijar un perímetro de 5,40 metros. Pero además, durante el transcurso de la excavación, el equipo ha localizado los restos de una segunda vivienda. Un muro pegado completamente lo que parece indicar que se trate de una construcción anterior y que dejase de utilizarse para ocupar la vivienda descubierta en un inicio Aunque como matiza el arqueólogo responsable de la actuación de campo, Eric Carlsson-Brant Fontán, por el momento son solo hipótesis que tendrán que madurar tras esta fase una vez que puedan evaluar todos los restos hallados en este trabajo de campo.
Al margen del hallazgo de los cimientos de estas dos construcciones castreña, las prospecciones también han dejado al descubierto gran cantidad de cerámica castreña de final de la Edad de Hierro y cerámica de transición del cambio de era. "Son piezas muy sobrias, sin apenas decoración, y los escasos restos que cuentan con grabados pertenecen a la cerámica de tradición Miño", especifica Carlsson-Brant. También abundan los molinos de piedra, sobre todo los de granito. Pero por el momento aún está pendiente la fase de lavado y clasificación, que se llevará a cabo también en el museo Casa do Patrón en próximas jornadas. "El año pasado encontramos 3.500 restos y creemos que vamos a tener más y también más variados", puntualiza. Ya han localizado también material de otras épocas y civilizaciones. Por ahora contabilizan varias piezas romanas, de ánfora romanas, pero sería una ínfima parte de los restos.
Junto a la excavación de esta cata central de las viviendas, el equipo también se centra en el sondeo de la muralla. "Aunque cuando alguien habla de una muralla enseguida se piensa en un muro con una cara externa y otra interna, en los castros suele ser ya una combinación de piedra y tierra, que además, tras 2.000 años de labores agrícolas es casi inapreciable" detalla. Pese a ello esta excavación esperan que ofrezca datos clave a los expertos.
Las tareas se prolongarán hasta finales del mes de junio. Las actuaciones se llevan a cabo -al igual que en el pasado verano- bajo la dirección científica de José Manuel Caamaño Gesto, mientras que junto a Carlsson-Brant Fontán se encuentran otros cuatro arqueólogos titulares acompañados de 12 estudiantes del máster de Arqueología y Ciencias de la Antigüedad de la Universidad de Santiago. La calicata se ha realizado en los terrenos propiedad del museo etnográfico Casa do Patrón que asumirá la continuidad de las excavaciones en otros puntos al rematar este proyecto de colaboración con la Consellería de Cultura.
