El dueño de Explotaciones Porcinas Achacán S.C. , Manuel González, anuncia que reclamará al Concello de Rodeiro daños y perjuicios por los gastos efectuados en la explotación, tras anunciarse el cese de su actividad. El responsable confía en que se le amortice, por parte de la administración local, los gastos de obra. González defiende que el concello sí concedió la licencia según la legalidad vigente pero es el responsable de la situación.

El afectado, por otra parte, no comprende el fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), y cree que el alto tribunal autonómico "considera igual a un núcleo urbano que un núcleo rural". No llega a entender que "haya antiguas explotaciones en un centro urbano que, amparándose en la licencia del momento de concesión, puedan incluso ampliar infraestructuras, mientras nosotros tenemos que deshabilitar las granjas". El cierre de la actividad supone a González el traslado de 300 cabezas de porcino a otra granja y la venta de 700 unidades.

Asimismo, el afectado por la sentencia, asegura que tiene otras explotaciones en situaciones semejantes a las de Aboldrón, que no cumplen ese kilómetro de seguridad con núcleos urbanos. En cuanto a la denuncia espera que detrás "no haya ningún tipo de color político y lo haga por convencimiento".

Por otro lado, el exedil del BNG Manuel Hermida, denunciante de la situación, se muestra satisfecho ante la resolución del fallo del TSXG y cierre de la actividad, ya que considera que "la sentencia defiende a los vecinos, algo que no hace el gobierno, que se dedica a hacer favores a los amigos". Desde el primer momento Hermida recalca, "promoví la denuncia con buena fe, con el derecho a defender a mi pueblo, sin ir contra el dueño de las explotaciones sino contra la concesión de la licencia por parte del ayuntamiento". Además dice que la reclamación no tiene que repercutir a los vecinos de Rodeiro ya que cree que "si los técnicos del ayuntamiento y los de Aguas de Galicia concedieron una licencia que no es legal, quizá incurrieron en un delito de prevaricación". El denunciante se considera afectado directo por las explotaciones de Achacán y manifiesta que "el riachuelo del lugar nunca llegó a secarse antes de que las granjas fueran construidas y ahora pasa 6 ó 7 meses sin una gota de agua".