La única tienda local con sello de garantía de Artesanía de Galicia, Triskel, cerrará sus puertas este mes de enero. Cinco años después de abrir, su propietaria, Pili Rosende, ha decidido echar el cierre y "probar" suerte en la zona vieja de Santiago de Compostela, concretamente en el número 50 de Calderería. Ayer, emitió una nota de prensa -avalada también por artesanos de A Estrada y de Buño- en la que señalan que "las mermas en las ganancias, la falta de apoyo por parte del Concello y la competencia desleal fueron factores decisivos para decidir bajar la reja definitivamente".

Quisieron denunciar "públicamente que desde el Concello de A Estrada se autorice utilizar la sala de exposiciones Abanca para la exposición y venta directa de bisutería, haciéndolos pasar por artesanía cuando no cumple los requisitos a los que los artesanos y tiendas de artesanía están sujetos".

Según Pili Rosende, para la que esto en plena campaña de Navidad fue "la gota que colmó el vaso", ella misma y artesanos proveedores de su comercio como Carmen Oca -"conocida internacionalmente por sus creaciones en cuero"- consideran que el Concello "no debiera" autorizarlo "porque de este modo está perjudicando directamente a los artesanos gallegos y tiendas autorizadas de venta de artesanía".

Subraya que el sector asrtesano está "especialmente afectado por la crisis y debería ser un sector de especial protección " para mantener "viva nuestra cultura" además de "generar puestos de trabajo dignos". Estiman que "las administraciones públicas" -Xunta y Concello- "deberían ayudar a poner en valor el trabajo de los artesanos y no contribuir a que se venda "gato por liebre".

Agregan que artesanos de A Estrada y de Galicia proveedores de Triskelasí como esta misma firma "lamentan la falta de sensibilidad mostrada por parte del gobierno local" de A Estrada "con este sector, que de contar con determinadas medidas que ayudaran a su puesta en valor podría ser un sector próspero que generara empleo digno".