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Personal de extinción de incendios denuncia carencias de gestión en el distrito forestal

Reclaman mayor carga de trabajo en prevención y la reposición de equipos de protección básicos - Alertan sobre irregularidades en la planificación de los horarios y los permisos

Bomberos forestales durante la extinción de un fuego en montes de Órrea (Agolada). // Bernabé/Gutier

Poco antes del inicio del verano y del comienzo de la temporada de alto riesgo de incendios, trabajadores de prevención y extinción del Distrito XVI, en el que se encuadran las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, denunciaban deficiencias en la gestión del servicio. Más de seis meses después reiteran su denuncia ante la descoordinación que aqueja el distrito, que cuenta con un nuevo responsable desde hace algo más de un año. Los profesionales censuran la gestión actual y resumen sus críticas en que esta planificación de medios, personal y recursos "está enfocada al control de los efectivos y no a garantizar la seguridad de los trabajadores en las tareas de extinción".

Una de las reclamaciones más importantes que elevan, sobre todo por parte del personal laboral, es la falta de Equipos de Protección Individual básicos (EPI). Se trata de una dotación que incluye elementos imprescindibles como perneras y guantes anticorte, casco con protectores auditivos y pantalla metálica que se complementa con las gafas. Explican que ya tramitaron esta solicitud en numerosas ocasiones a la dirección y que llevan desde principios de 2015 con estos equipos caducados.

Esta carencia, según explican los propios trabajadores, se traduce en una merma de las labores de prevención que solían realizar en esta época del año. Alertan de que "hay personal que lleva parado desde octubre por esta cuestión". En este sentido, alertan que este tipo de tareas se está derivando a empresas privadas. Una actuación incomprensible para los profesionales. Acusan "excesivo celo en el control de los trabajadores pero sin destinar medios para su seguridad", al contar, por ejemplo, con dos localizadores en los vehículos oficiales pero carecer de recursos fundamentales como linternas adecuadas.

De ahí que otra de las principales reclamaciones de los profesionales se centre en exigir una mayor carga de trabajo en prevención. "Esta es una labor clave a la hora de hacer frente a los fuegos forestales". Estas tareas abarcan desde la realización de podas de seguridad en márgenes de viales y cunetas, mantenimiento de puntos de acopio de agua, desbroce en vías y líneas de seguridad o cortafuegos. Apuntan que hay zonas en las que se están llevando a cabo "pero con una carga de trabajo muy inferior a la que solía ser habitual". Recuerdan, asimismo, que es una situación que ya vivieron el año pasado. "Parte de los riesgos de la extinción se eliminan con la prevención" puntualizan al recordar que el año pasado en el mes de junio aún no se había procedido a realizar el control y mantenimiento de zonas claves como los puntos de almacenamiento de agua en los montes de la zona. También insisten en la necesidad de contar con dos tractores para llevar a cabo los desbroces necesarios durante todo el año, mientras que en la actualidad el distrito dispone solo de uno. Al margen de esta reclamación reiteran que las deficiencias en la gestión merman los propios recursos con los que ya cuenta el servicio.

A lo largo de estos meses, los trabajadores también han denunciado numerosas irregularidades en la planificación de los horarios y los permisos. Deficiencias que se alejan de las condiciones reguladas por el convenio y que abarcan desde la demora en la entrega de dichos calendarios, que solía realizarse a principios de año, la imposición de horarios que "evidencia la falta de organización" hasta la falta de cobertura de algunos turnos lo que motivó en varias ocasiones que llegasen a quedar franjas sin personal suficiente lo que obligó a movilizar brigadas de otros distritos para sofocar fuegos originados en montes de la zona. Aquejan también recortes "arbitrarios" en la concesión de los días de permiso, llegando a denegar los correspondientes por enfermedad de familiares en varios casos. O incluso irregularidades que afectan a la seguridad de los operarios manteniendo hasta el límite o incluso prolongando durante más de los permitido las jornadas de trabajo en extinción de incendios, fijadas en 12 horas llegando a forzarlas hasta alcanzar las 15 horas, limitando, incluso, el avituallamiento de los bomberos.

Una de las últimas irregularidades en temas de horario tuvo lugar en los días 24 y 25 del mes de diciembre. En estas jornadas, el personal de campo dispone de una jornada festiva, de no registrarse incendios, y se mantienen efectivos de guardia sin que tengan que personarse en las dependencias salvo una alerta. Si bien, este año dichos días fueron denegados, pese una orden de la Secretaría Xeral que así lo recoge, y el personal del Distrito XVI fue el único de la provincia que tuvo que personarse estas jornadas. Los desajustes en horarios ha motivado ya la petición de traslado de personal a otros distritos o el inicio de un proceso judicial al reclamar vacaciones pendientes.

Junto a estas se acumulan otras quejas como la falta de un espacio adecuado para llevar a cabo tareas administrativas o irregularidades también en la gestión de plazas de comisión de servicio, así como la falta de control de retardantes caducados y nocivos desde hace más de seis meses que con un almacenamiento inadecuado provocan un riesgo añadido a los operarios.

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