Los 21 ediles de la corporación lalinense comparecieron ayer un pleno extraordinario que, ante la presumible brevedad del mismo, fue aprovechado para emitir por primera vez en directo por Internet. Más que breve, la sesión fue inútil si no fuese necesario ratificar la posición del grupo de gobierno acerca de las alegaciones del PP a la aprobación de las ordenanzas fiscales del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y una tasa de las piscinas. Ambas fueron desestimadas.

El alcalde, Rafael Cuiña, tomó la palabra después de que el concejal de Novas Tecnoloxías, Tomás Vilariño, explicase cómo debían utilizarse los micrófonos para que los internautas siguiesen el pleno a tiempo real con el mayor rigor técnico posible. El edil del ejecutivo Francisco Vilariño había hecho los deberes para desmontar las aseveraciones del PP acerca de la subida de la contribución, pero tal debate ni se produjo. El portavoz popular, José Crespo, rehusó defender las alegaciones al entender que la posición de su partido era conocida y ahí se acabó el pleno. Esta actitud fue reprobada por Vilariño duramente, disparando verbalmente contra el grupo popular por forzar un pleno para defender su posición acerca de una reducción del tipo impositivo del IBI del 0,46 al 0,4%. "Ese asunto era tan importante que ahora ni lo defienden ni lo debaten", exclamó. Crespo especuló con la posibilidad de arrimarse al debate político, pero no lo hizo, con el consiguiente cabreo de Francisco Vilariño. "El foro para debatir estas cosas es el pleno y no soltar falsedades y mentiras en las redes sociales. Para qué venimos entonces aquí hoy", espetó.

El grupo popular ya había mostrado sus cartas cuando Crespo, felicitado por su elección como senador, avanzó al comienzo de la sesión que las dietas que percibe su grupo serían donadas a colectivos como O Mencer o Aspadeza. El alcalde propuso incluir como beneficiaria del dinero público al colectivo recién creado Aranes. En medio del batiburrillo no quedó claro entre qué entidades sociales se repartirán los 2.730 euros que cuesta convocar un pleno. Cada concejal tiene derecho a 130 euros por sesión.

José Crespo se escudó en la necesidad de acudir a este pleno extraordinario porque sus enmiendas no se habían tratado en el anterior y comentó que en este cambio de fechas de sesiones el siguiente será el 7 de enero. Cuiña, aprovechando la presencia de las cámaras, pidió a los presentes mesura en el uso de las redes sociales, en donde son frecuentes los rifirrafes entre miembros del gobierno y de la oposición. Y planteó al PP que tratase de forzar el menor número de plenos extraordinarios posibles por el coste que tienen para las arcas públicas. Crespo dijo que no debían limitarse y que en casos las dietas podrían ser donadas, pues no se puede renunciar al dinero.