José Crespo cargó ayer contra la "surrealista" valoración realizada por Compromiso por Galicia (CxG) de los primeros seis meses de gobierno. Lo único que evidencia esta etapa es, a su juicio, "la desmesurada prepotencia y falta de humildad" de Rafael Cuiña. Lejos del "discurso de autocomplacencia" lanzado por el regidor, su antecesor asegura asistir "estupefacto" a la "permanente demostración de arrogancia y sectarismo en que se ha convertido su forma de gobernar y su presencia en las redes sociales", en alusión, por ejemplo, a "ataques" del alcalde a quienes le preguntan por que no cumple su promesa de dedicar su salario a fines sociales. "Más coherencia y menos autobombo -demanda Crespo-. Por mucho que se autoproclame ganador de las elecciones de 2019, quedan por delante tres años en los que, cada día que pasa, más gente empieza a ver el verdadero lobo que lleva tras la piel de cordero". Crespo recuerda a Cuiña que los lalinenses "no son caseros de ninguna familia" y que serán ellos quienes decidan en las urnas. Otra prueba más de tal "prepotencia" es el nombramiento de Teresa Varela "como sucesora de facto", sin contar con su partido, pese a su supuesto funcionamiento asembleario. Crespo cree que esta "verborrea" esconde "el mal encaje que ven los lalinenses a la incorporación de Francisco Vilariño a la coalición de perdedores".