Según los cálculos de Naciones Unidas, en torno a 1.000 millones de personas presentan algún tipo de discapacidad. Estos ciudadanos, día a día, tienen que enfrentarse a barreras -arquitectónicas pero también sociales- que les impiden acceder en igualdad de condiciones a cuestiones como el transporte, el empleo, la educación o la vida social y política. Por eso, el lema de este 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, es "La inclusión importa: acceso y empoderamiento para personas con todo tipo de discapacidad". Esta frase incide en la necesidad de que los gobiernos inviertan en determinadas cuestiones, como el empleo y la salud, la educación y la protección social, para que realmente todas las aldeas y ciudades sean inclusivas, para que realmente las democracias puedan llamarse así y para que las personas con discapacidad puedan convertirse en agentes del desarrollo económico y social de la zona donde viven.
Ayer fueron decenas las actividades que se desarrollaron en los centros educativos, en asociaciones culturales y en demás entidades de la comarca para concienciar sobre la necesidad de integrar a este colectivo. Como no podía ser de otra forma, desde el centro de recursos de Medelo, la Confederación Gallega de Persoas con Discapacidad, a lo largo de la jornada se organizaron diversas iniciativas en las que participaron de forma muy activa los más de 20 usuarios de estas instalaciones. Así, en el centro desde primera hora de la mañana lucía un cartel con la leyenda Dereitos das persoas con discapacidade, sobre el que posteriormente se organizó un debate entre los usuarios del centro y las personas que atienden el mismo. Hubo también tiempo para hacerse fotos de grupo, bajo el lema Nin máis nin menos, iguais, con el que se quiere dejar claro que una discapacidad no significa una pérdida de cualidades ni de aptitudes, sino una forma distinta de llegar a la misma meta. A lo largo de la jornada también se puso en marcha una sesión de cuentos en torno a la discapacidad, y todos se apuntaron de muy buena gana a la iniciativa de llevar la chaqueta o jersey al revés para, en un momento dado, darle la vuelta, como símbolo de que entre todos se puede cambiar el mundo.
