Si se preguntase a un estradense cómo intentaría seducir a un turista para que elija A Estrada como destino, cada quien compondría una tarjeta de visita con su rincón favorito del municipio, con su paisaje, su monumento, su fiesta predilecta y con ese sabor que cree que mejor define la cocina local. Aunque hay "imprescindibles" dentro del amplio patrimonio municipal, no todos los estradenses colocarían los mismos elementos en el escaparate de recursos locales. Ni todo el mundo trataría de venderlos igual. El departamento municipal de Turismo ha apostado de un tiempo a esta parte por los formatos 2.0. Mientras, desde la oposición, el grupo municipal de Móvete reclama la confección de una nueva guía turística, buscando completar y actualizar también en su versión web toda la información que puede resultar de interés para el turista.
Dejando al margen los muchos y variados atributos con que cuenta A Estrada para ser elegida como destino turístico, la clave para su proyección radica en cómo hacerlos llegar al gran público.
En octubre del próximo año se cumplirán tres décadas desde el día en que la corporación municipal estradense encabezada por Manuel Reimóndez Portela adoptó el acuerdo de patrocinar la publicación de una guía turística del municipio, una obra realizada por el propio regidor. En sus páginas pueden encontrarse algunos emblemas del turismo local, caso del Pazo de Oca, la Torre de Guimarei o el legado Románico que atesoran muchas de las 51 parroquias estradenses. Con un mayor protagonismo del texto sobre la imagen, incluye referencias a formaciones musicales del municipio, a personas estradenses de las letras o, incluso, a la prensa estradense.
En el año 2009 el gobierno que conformaron PSOE y BNG apostó por impulsar una nueva guía turística, una publicación que vio la luz en 2010 y que clasifica los atractivos locales siguiendo el nexo temático de las cuatro estaciones del año. Escrita en tres idiomas -gallego, castellano e inglés-, concede un mayor protagonismo a la imagen. Las hemerotecas recogen una tirada inicial de 5.000 guías, de algo más de 80 páginas y cuatro tintas.
En los últimos cinco años la apuesta para llamar la atención de los potenciales visitantes no se ha centrado tanto en el papel como en la red, quizás en busca de un escaparate que poder ver desde cualquier rincón del mundo y sin moverse del sillón. En diciembre del año pasado A Estrada estrenó una nueva web turística -de nuevo en tres idiomas y con un protagonismo indiscutible para la imagen- y desde hace unos meses este área cuenta con perfiles en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram. En el momento de dar a conocer la citada página el edil Óscar Rancaño citó un estudio de la Universidad de A Coruña en el que, según explicó, se indica que, a la hora de elegir destino turístico, el 94% de los viajeros utilizan internet para informarse, el 89% valora la opinión de amigos y familiares y un 80,3% emplea folletos turísticos.
La actual apuesta por el 2.0 como soporte para vender A Estrada como destino se mostró claramente en enero de este año, cuando se organizó una blogtrip en la que participaron cerca de 30 blogueros de toda Galicia para descubrir el municipio y darlo a conocer a través de las redes sociales.
Desde Móvete se consideró ayer que, actualmente, el Concello de A Estrada "no dispone de ningún documento promocional y explicativo de su patrimonio susceptible de tener un interés turístico". Demanda la elaboración de una guía que parta del trabajo hecho hasta ahora y aproveche "tanto las guías publicadas y agotadas como los contenidos de la web de turismo, procediendo a refundar la información, completarla y actualizarla, dotándola de un formato atractivo y manejable para el diseño de una versión en cada uno de los formatos precisos para facilitar su consulta y utilización".
Teniendo buena materia prima, la venta debería resultar sencilla. Sin embargo, conformar un escaparate no es siempre tan fácil. El cliente decide pero, para convencerlo, siempre hay que saber primero cómo llegar a él.
