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La mayoría de los contratos lecheros sigue sin subir precio pese al pacto de septiembre

La vigencia más habitual es de cuatro meses -La distribución alega que solo usa la leche como producto reclamo cuando se trata de paquetes que están a punto de caducar

Román Santalla vierte la leche del tanque de su granja, durante las protestas del pasado mes de septiembre. // Bernabé/Luismy

Desde que la industria, la distribución y los sindicatos agrarios -salvo la Unión de Pequeños Agricultores y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos- firmaron el convenio para la estabilidad del sector, el pasado 24 de septiembre, apenas ha mejorado la situación de los productores. Es cierto que la leche cruda ha subido su cotización, pues en Galicia ha pasado de 27,7 céntimos de media en agosto a 28,3 en septiembre, mientras que a nivel estatal los promedios son 29,9 y 30,4. Pero en cualquier caso, la cuantía está muy lejos de los 35 céntimos que se pagaban en España durante el verano del año pasado. Y lo cierto es que se dan todas las condiciones para que el mercado suba. Desde la secretaría de Ganadería de la citada Unión de Pequeños Agricultores, el lalinense Román Santalla explica que "hay contratos que calcan los precios de agosto", de modo que repiten una circunstancia que ya se daba antes de las movilizaciones de septiembre y del convenio que se firmó para, precisamente, cambiar esa situación. La mayor parte de los pactos lecheros tienen una vigencia de cuatro meses, en la que se marca un precio fijo. "El ganadero tiene que acostumbrarse a firmar un contrato de un año de duración, en el que se manejan precios indexados" en base a cuestiones como el precio que se paga en otros países de la UE o el valor de los quesos, entre otros índices, señala Santalla. El también responsable comarcal de Unións Agrarias recuerda que un contrato lechero puede romperse en cualquier momento y modificarse siempre que las dos partes estén de acuerdo.

Pero si el convenio de septiembre, en líneas generales, poco ha modificado la relación entre industria y ganadero, tampoco ha sido un revulsivo en la distribución. Días atrás, la Unió de Pagesos denunció ante la Autoridad Catalana de la Competencia que varias distribuidoras obvian incluir en el etiquetado de los productos lácteos información sobre el lugar de origen de los mismos. La situación no es ajena al resto del territorio español, como tampoco lo es el hecho de que en algunos hipermercados siga utilizándose la leche como producto reclamo. "En teoría, venden leche a 30 céntimos, o a 48, cuando se trata de bricks que están muy próximos a caducar", explica el líder comarcal de Unións. No obstante, desde los sindicatos se pide ya un encuentro con todos los integrantes de la cadena del sector lácteo "para tener un careo, porque en el acuerdo de septiembre se había pactado que la distribución generaría valor y que éste habría de llegar al ganadero, pero en la práctica no se está produciendo dicho valor", matiza.

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