Más de cinco meses después de las elecciones municipales, la Mancomunidade Terras do Deza, celebró ayer su pleno de constitución. Una sesión que llegó con los reproches reiterados por parte de los regidores de Lalín y Silleda ante la demora para convocar este pleno de organización. Fueron también los alcaldes de ambos municipios los que pusieron ayer el acento en esta primera sesión que se antojaba de trámite. Los regidores coincidieron en reclamar mayor representatividad en el órgano dado el peso de ambos municipios en Deza. Una petición que llegó también con un recién estrenado marco dado que por primera vez el Partido Popular mantenía por la mínima, 12 concejales, su mayoría absoluta en el órgano, tras el vuelco electoral en mayo en Lalín.

Poco después del inicio de la sesión, el regidor de Silleda, Manuel Cuiña, planteaba ya la necesidad de realizar una intervención por parte de los portavoces de cada grupo. Una solicitud que decidieron postergar a la elección del presidente. Tras la constitución de la mesa de edad con la edil del PP de Lalín, Eva Montoto, como la más joven, y el socialista de Silleda, Jesús Taboda, el más veterano, se procedió a la votación de la única candidatura presentada por el alcalde de Rodeiro, Luis López, que ya había ostentado el cargo en los últimos cuatro años. Su elección fue ratificada con los votos de los 12 representantes del partido popular. Mientras los cinco del PSOE presentes -ante la ausencia de portavoz de Rodeiro, José Vence- votaron en contra. Una postura que también respaldó el único edil del BNG, el cruceño Xoan Blanco, ante la ausencia del portavoz de este grupo en Rodeiro, Alberte Lamazares. Mientras, los tres integrantes de Compromiso por Galicia se abstuvieron.

Tras el nombramiento del presidente, el portavoz del grupo socialista, el alcalde de Silleda, Manuel Cuiña, tomó entonces la palabra para reclamar al ente un mayor peso de Silleda en las decisiones, en base al número de habitantes. En un primer momento denunció la falta de convocatoria de juntas de portavoces, reuniones en las que esgrimió, "se toman las decisiones de funcionamiento del día a día de la mancomunidad". Unas reuniones en las que los alcaldes gozan de voto ponderado en función del peso de los municipios, un sistema que el socialista reclamó imponer también en el pleno, mediante un cambio de estatutos. Una solicitud que llevó pareja la amenaza de que Silleda abandonase el órgano o solicitase la disolución del mismo.

En términos muy parejos, aunque destacando su afán de colaboración con el organismo, se mostró también el portavoz de CxG, y regidor de Lalín, Rafael Cuiña. Atendiendo al peso de los dos municipios tanto en territorio como en población Cuiña recalcó que "creemos que la situación actual no se corresponde con el peso de nuestros concellos". El lalinense puso incluso sobre la mesa la posibilidad de solicitar la disolución de la mancomunidad actual, el reparto del patrimonio - cinco vehículos y un equipo informático- y afrontar una alianza entre Lalín y Silleda. Por su parte, José Crespo, ejerció de portavoz del PP y defendió los criterios actuales de gestión del órgano, cuyo funcionamiento equiparó al de la Diputación y recordó que eses habían sido los motivos esgrimidos por Dozón para justificar su marcha del organismo. El debate quedó pendiente.

Evitar centralizar los cargos

También quedó postergada la elección del vicepresidente. La propuesta del PP pasaba por nombrar para el cargo al alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero. Si bien, la oposición se opuso y planteó que los dos cargos electos no pertenezcan al mismo partido político. Una decisión que quedó pendiente para tratar en la primera reunión de portavoces fijada, al remate del pleno, para el próximo día 24 de este mes.