Vila de Cruces acaba de remitir al Consello de Contas su cuenta general de 2014, en la que se indica cómo se ejecutó el presupuesto y en qué situación se encuentran cuestiones como el patrimonio o los préstamos. Precisamente, en lo que a deudas se refiere, el concello que encabeza Jesús Otero tiene un pasivo con entidades financieras que asciende a 822.788 euros. Si dividimos esta cuantía por los 5.676 habitantes del municipios, resulta que la deuda por vecino es de 144,85 euros. La cantidad es notablemente inferior a la deuda por habitante que había en 2013, y que se cifraba en 226,87 euros, puesto que por entonces los créditos y otros compromisos con bancos ascendían a 1,28 millones.
En conjunto, el pasivo de Vila de Cruces asciende a 24,13 millones de euros, mientras que el activo (en el que se incluyen terrenos, infraestructuras y demás construcciones) es de 23,78 millones. Las cuentas de Vila de Cruces demuestran que en la recaudación de tributos le ha ido mejor de lo que se esperaba en el presupuesto. En los impuestos directos (que incluyen el IBI, el IAE o el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica) el año pasado la previsión definitiva de recaudación era de 967.954 euros, pero la recaudación neta fue superior, ya que alcanzó los 1,05 millones de euros, es decir, se cobraron 87.983 euros más de lo previsto. Una situación similar se dio con los presupuestos indirectos (uno de ellos es el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, ICIO). Su cuantía es muy inferior a los tributos directos, pues se cifró en los presupuestos en 79.000 euros, Pues bien, la recaudación neta fue de mas del doble, 181.449 euros, es decir, 92.449 más de los que se había calculado. En las tasas también se da un defecto de previsión que alcanza los 115.056 euros, pues se cobraron 631.648 euros, mientras que la previsión inicial se quedaba en los 516.592.
A partir de aquí, la relación cambia y resulta que las previsiones fueron superiores a la recaudación neta. En las transferencias de capital se recibieron 44.2555 euros, 100.000 menos de lo que se esperaba. Ocurrió lo mismo con los activos financieros, pues no se cobró un euro de los 334.645 que estaban presupuestados. Los ingresos patrimoniales también se quedaron por debajo de los cálculos iniciales, pues se preveían 16.129 euros y al final se recaudaron 13.041. En conjunto, en el presupuesto de ingresos la previsión era cobrar 4,37 millones, pero en realidad se recaudaron 4,23, y están pendientes de cobro 3.087 euros.
Y si los tributos son la principal fuente de ingresos de cualquier administración local, el gasto se concentra, sobre, todo, en el personal, bienes corrientes e inversiones reales. Vila de Cruces gastó el año pasado en su plantilla 1,17 millones, y logró ahorrar 24.589 euros. A bienes corrientes destinó 1,86 millones, ahorrando otros 71.052. El mayor remanente de crédito se da en el apartado de inversiones reales, pues dispone, a final de año, de 599.049 euros, tras haber desembolsado otros 950.341. Entre los gastos hay que prestar atención a la acción social, donde se incluyen la actividades destinadas a la tercera edad y dependencia. En este caso el gasto fue de 144.711 euros, sólo 3.000 euros por debajo de lo que se distribuyó en 2013.
