Los cinco partidos que conforman la corporación municipal de Lalín todavía no se han asentado en el papel que deben desempeñar tras el cambio de gobierno. Y esto se percibe, en ocasiones, en el día a día. El pleno de ayer se vivieron momentos de descontrol impropios de lo que debe ser el transcurrir de una sesión plenaria. Broncas, parte de la oposición jugando a ser gobierno y un ejecutivo con actitudes inadecuadas para quien tiene la responsabilidad de regir Lalín.

Los temas trascendentes que se trataron quedaron empañados por discusiones estériles o intervenciones extensísimas con réplicas y contrarréplicas tediosas que alargaron el pleno durante casi seis horas. Ayer se decidió uno de los capítulos más importantes de la administración local. Todos los partidos apoyaron la compra del parking Europa por 2,9 millones de euros. Este fue el acuerdo alcanzado por el grupo de gobierno que preside Rafael Cuiña con la familia Portas y Acuña; 400.000 euros por debajo de lo que había pactado en plena campaña electoral su antecesor; el popular José Crespo. El exregidor, consciente de que la operación del actual gobierno rebaja en evidencia en este caso su capacidad negociadora, sacó la cabeza para tratar de demostrar que el acuerdo de Cuiña no era tan ventajoso como había dicho. Pero se equivocó en la estrategia, pues cierto es que el acuerdo refrendado ayer es mucho más satisfactorio para las arcas municipales. Crespo dijo que Portas y Acuña había pedido inicialmente 3,7 millones. Y que tras bajar a 3,3, el pacto establecía que una partida de 200.000 euros precisos para la puesta en marcha del aparcamiento serían asumidos por la concesionaria. Ahora la cantidad que precisa el Concello para la adquisición de estas máquinas fue cifrada en 87.700. Crespo erró porque el BNG -el otro partido de la oposición- respaldó la compra y su portavoz, Xosé Manuel López, aprovechó su intervención para cuestionar la gestión urbanística del equipo de Crespo en estos años. "Voy a ser generoso y aunque la gente en la calle diga que por qué nosotros bajamos 400.000 euros yo no pienso nada raro. Como sé que es honrado -dijo el alcalde a Crespo- estoy seguro que ese dinero a mayores no era para nadie o para financiar el PP". "Asuma que nuestro acuerdo es mejor y yo que la obra es necesaria para el nuevo modelo de trama urbana humanizada y peatonalizada que tenemos previsto para Lalín", recalcó el alcalde. Con este acuerdo cerrado, la administración local podrá habilitar en próximas fechas el primer pago a Portas por 1,25 millones de euros. Antes, Rafael Cuiña recordó que con el gobierno del PP se habían gastado cerca de un millón de euros en trabajos de legalización de una infraestructura cerrada desde octubre de 2009. Cuiña, que solo perdió las formas en un ataque furibundo al edil popular Antonio Rodríguez, se mostró sereno en esta experiencia plenaria con momentos de gran descontrol. Así lo reprochó Crespo al término de la sesión cuando se quejó de que las iniciativas del gobierno formado por Compromiso por Galicia, PSOE y APAC son defendidas y replicadas por tres ediles, mientras que los demás es un concejal el encargado de cada debate. La norma que regula las intervenciones sigue sin aplicarse, pese a que facilitaría el normal desarrollo de los plenos.

Zona azul

El siempre recurrente caso del Lalín Arena tampoco se obvió en una sesión en la que el regidor y el teniente de alcalde, Nicolás González Casares, adelantaron que la empresa Gaia podría denunciar a sus arquitectos contratados para el proyecto de adecuación del multiusos antes de que pasase a manos municipales. Para el ejecutivo esto es una prueba más de que las obras no se realizaron correctamente y por eso el edificio sigue presentando deficiencias como goteras y otras cuestiones menores.

La extensión de la zona azul a un tramo de la Avenida Bos Aires fue propuesta vía iniciativa por el PP alegando que así se lo habían pedido el mandato pasado vecinos del espacio que separa las calles González Taboada y B. Conocida la demanda de los populares, el grupo de gobierno aseguró que la respaldaría. Pero ayer cambió de postura y acabó votando en contra junto con el BNG. Su portavoz y la de APAC, Lara Rodríguez Peña, cuestionaron el encuentro con los vecinos aludido por Crespo. López dijo que delante del instituto en el que imparte clases es precisa un área amplia para estacionar y preguntó al exmandatario si Uxío Grande -director del centro- había acudido a esa reunión como portavoz del IES Laxeiro o a título particular. Crespo replicó que no podía asegurar en calidad de qué fue, pero que participó junto a otros vecinos que entendían favorable la zona azul.

Los mismos argumentos fueron defendidos por la edil del gobierno de APAC y el alcalde acabó por aceptar los razonamientos de Peña y de López y cerró la posibilidad de ampliar el área de aparcamiento restringido a esta vía. "Los argumentos dados por BNG y APAC me parecen lo suficientemente sólidos para tenerlos en cuenta", declaró el mandatario. La zona azul, seguirá por ahora en las mismas rúas. En todo caso la reorganización del estacionamiento en el núcleo urbano está supeditado el modelo previsto por el gobierno, con una primera fase de peatonalización de un tramo de Principal y Loriga.

Por otro lado, tal y como era previsible la decisión de prescindir del aula de la UNED tuvo enfrente al anterior grupo de gobierno. Crespo lamentó que se prescindiese de un servicio público "clave para el futuro de Lalín". El municipio se quedará sin este centro de extensión universitaria por el elevado coste que tiene para las arcas municipales: 4.000 euros para los 13 matriculados en el curso pasado. Esta es una razón de peso para el gobierno de cerrar la UNED después de ocho años de funcionamiento. Además de su coste, la concejala de Educación, Katia Procino, dijo que la oferta es pobre. Peña y López -el edil del BNG se abstendría en una votación que salió adelante con el voto de calidad del alcalde- echaron en cara al PP que durante estos años no fuese capaz de fomentar el centro. El nacionalista puso como ejemplo de apatía el no haber tenido preocupación por habilitar materias vinculadas a los sectores productivos. El PP acusó a Cuiña de aplicar "recortes" en Educación, algo que le fue replicado por sus socios de gobierno y también por el BNG aludiendo a algunas medidas implantadas por los populares en los gobiernos autonómico y estatal. El concejal del PP José Antonio Rodríguez defendió su posición como miembro de la corporación, donde, a su juicio desempeña su papel como representante público.

El ejecutivo desestimó la construcción de unas pistas de atletismo y un nuevo campo en las inmediaciones del Lalín Arena que podría tener como destino el club de rugby. Cuiña dijo que la inversión precisa alcanzaría sería millonaria, teniendo en cuenta que solo la expropiación de los terrenos absorbería unos 400.000 euros. Los populares incidieron en que su propuesta electoral pasaba por comenzar con la redacción del proyecto y que la obra fuese financiada por otras administraciones públicas, poniendo el concello solo los terrenos. "No dudo que más adelante haya que hacer un campo, pero no podemos pensar en inversiones de este tipo cuando hay gente con tantas necesidades. Dije que este iba a ser un mandato para las personas y así será", apostilló el mandatario, antes de citar que el club de rugby tiene derecho a utilizar el Manuel Ángel Cortizo. La apuesta ahora pasa por la recuperación del campo de Barcia, algo de lo que recelan los populares. "Meter dinero en Barcia es tirarlo, como también en el local para el equipo de fútbol en el Cortizo", dijo el edil del PP José Antonio Varela. El primer argumento no convenció a los que ostentan el mando, aunque sí se replantearán los trabajos en el Cortizo por el deterioro que presenta la grada y que hace inviable realizar obras en ella al tener aluminosis tilda su estructura.