La Fundación Eira da Xoana en Ramil (Agolada) lleva en activo desde hace ocho años. Un tiempo en el que consiguieron restaurar la vieja casa de labranza, poner en marcha el huerto y hacer su propia sidra, todo bajo la premisa de la permacultura -una rama del diseño ecológico que apuesta por la arquitectura sostenible y los sistemas agrícolas de automantenimiento-. Para ello contaron con la ayuda de voluntarios y una parte importante de escolares de los concellos de Agolada, Lalín y de la provincia de Lugo. Ayer fue la primera vez que Eira da Xoana recibía el apoyo y trabajo de un grupo de fuera de Galicia: Los scouts Matterhotn 217, con base en San Lorenzo del Escorial. Un colectivo formado por 33 personas, educadores incluidos, en los que las edades de los exploradores se sitúan entre los 14 y 16 años.
"La idea era un poco, dentro de la actividad que llamamos las 'misiones', que ayudasen en algo productivo", expone Juan Manuel Taboada, monitor del grupo de exploradores. El contacto del conjunto con Eira da Xoana se hizo por medio de su tía gallega: "Igual que el año pasado se fueron a una parcela a Francia, a decentarla un poco, pues este año, yo que tengo familia aquí en Galicia, el objetivo era que trabajasen en algo similar".
Exploradores trabajando el campo // Bernabé / Gutier
Llegaron al centro ecoeducacional de Ramil sobre las ocho y media de la mañana, luego de haber atravesado tierras asturianas. Unos minutos más tarde dieron comienzo las faenas agrícolas: "Están divididos en cuatro grupos para la ampliación del humedal y del antiguo camino de acceso a la casa, la tala de eucaliptos y la riega de plantas, incluso algunos se animan al cultivo de hierbas aromáticas", informa Marcial Barral, responsable de Eira da Xoana. Para Martín Arrán, este es su tercer en año en los scouts: "Hace tres años estuvimos en otra unidad diferente en la que, sin salir del campamento, te orientabas por el campo y buscabas que te dieran de comer". Se ha encargado de cortar "muchos, muchos eucaliptos, la experiencia es bastante buena", añade. Su compañero Ignacio Alpiñas dice que se "enganchó desde el primer momento" a esta experiencia: "Hacemos salidas en verano, Navidad y Semana Santa y una vez al mes nos vamos de campamento o acampada". Los dos ya han estado en Galicia junto a otros camaradas haciendo el Camino de Santiago el año pasado: "Galicia está guay, teníamos muchas ganas de volver, a ver si hacemos alguna actividad de aventura", comenta Ignacio. "Es muy verde, tiene muchos árboles y mucha naturaleza, es muy bonita", añade Sam Openshaw, que se ocupaba de "cavar en el camino" junto a Miriam Aguirre. Para ellas el mundo scout representa "una forma de vida diferente, donde la gente te acoge más", anota Miriam.
Después de una mañana de duro trabajo retomaron fuerzas con la tortilla de Inma y, por la tarde, pudieron conocer mejor la zona de la mano de Marcial con una ruta por el río Ulla. Volvieron después de las ocho para Eira da Xoana y ahí se acomodaron para cenar y pasar la noche. Hoy tomaron rumbo a las islas Cíes y en los próximos días seguirán recorriendo la comunidad.
