Padres de alumnos del colegio público Xesús Golmar de Lalín denuncian que en algunas aulas del centro los pequeños padecen temperaturas de más de 30 grados y urgen soluciones a Educación y al Concello. Este problema no es nuevo, precisamente por ello los padres entienden que la consellería debió haber resuelto estas deficiencias constructivas hace tiempo.

Con el comienzo del curso, algunos padres que acompañaron a los pequeños repararon en que en aulas de primer curso de Primaria el calor era insoportable, cuestión que trasladaron a algunos profesores, quienes les comunicaron que este problema estaba pendiente de resolver, pese a haber informado a la consellería en varias ocasiones. "Es imposible que los niños puedan estar así en clase y los profesores tampoco podrán trabajar en estas condiciones", asegura uno de los padres, quien recuerda que la normativa aplicada a los centros de trabajo establece que la "temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios estará comprendida entre los 17 y 27 grados". Estas deficiencias por problemas de ventilación o aislamiento se perciben al menos en aulas de la primera planta del colegio, que fue estrenado en abril de 2011.

Los padres de los pequeños pusieron estos hechos en conocimiento del Concello y de la jefatura territorial de Educación hace unos días. En la misiva se indica a las autoridades que una vez comprobadas las elevadas temperaturas dentro de las aulas, una de las profesoras de los pequeños les corroboró que "estaban cansados de protestar por este particular, sin que hasta la fecha se les haya atendido de forma adecuada por parte de la consellería".

"Nos dicen que, en invierno, llevemos a los niños con una cazadora gruesa para el recreo y con camiseta de manga corta para estar en clase", comenta uno de los padres. Porque en invierno, al no disponer de un patio cubierto, es habitual que los alumnos se mojen cuando entran en el centro desde la entrada. Sobre este asunto Educación señala que por razones presupuestarias no se daría atendido ahora la construcción de un patio o infraestructura para que los niños se puedan resguardar.

Sí aseguran sin embargo que los problemas por las elevadas temperaturas deberían haberse resuelto al menos en parte con una partida de 6.000 euros para que el centro instalase toldos en aquellas aulas más soleadas o con problemas. Y añaden que una unidad técnica visitó antes del verano el colegio para comprobar estas deficiencias y ponerle solución. Fuentes de Educación reconocen que problemas como el del Golmar se producen en varios centros en Galicia construidos entre 2008 y 2009. La consellería recomienda aprovechar las tardes o noches para ventilar el centro o colocar cortinas térmicas para amortiguar el calor. "Estamos hablando de construcciones fallidas en varios colegio de Galicia y el Xesús Golmar es uno de ellos", resaltan desde la consellería. Mientras, los padres no descartan tomar medidas, máxime cuando desde la Xunta no se atendieron sus escritos de los últimos días.