El Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Vila de Cruces cerró su plazo de exposición pública con 70 alegaciones, de las que 50 se presentaron directamente en el Concello y las 20 restantes a través de otras administraciones, como explica el regidor. Resulta curioso que en estos alegatos haya un porcentaje considerable en los que se pide que el documento definitivo recorte tanto la superficie de suelo urbano como urbanizable. Esta circunstancia bien puede deberse a la parálisis que sufre la construcción no solo en el municipio, sino en toda la comarca. Y si empresas y particulares no tienen perspectivas de edificar a medio plazo, es lógico que no quieran pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de esas parcelas que pueden seguir calificadas como otro tipo de suelo. El regidor, Jesús Otero, añade que esta ansia por recortar el suelo urbanizable que figura en la propuesta inicial del PXOM se debe, también, a que es posible que suban las contribuciones del IBI.

Al margen de las ampliaciones de suelo urbanizable en los núcleos de población, el documento urbanístico de Cruces contempla urbanizar, en total, 129 hectáreas durante los próximos 14 años. Pretende abrir calles y dotar de todos los servicios a, por ejemplo, las zonas sur de las calles Manuel Igrexas y Do Cine, definidas como suelo urbano no consolidado.