La Feira dos Carballiños recreará el próximo día 11 de mayo la escuela en la que la maestra de Soutelo de Montes, Clementina Viéitez, Doña Tinita, impartió clases durante 18 años. La docente reside en Cangas do Morrazo desde 1970 y está convaleciente de una caída, lo que podría hacer peligrar su presencia en Vilatuxe durante el homenaje de sus ex alumnos.

-¿Se podrá recuperar a tiempo para poder viajar a Vilatuxe el próximo día 11?

-Estuve en Povisa, donde me dieron veinte puntos, después de caerme por las escaleras. Me da la impresión de que va a ser complicado que esté allí, y la verdad es que lo siento en el alma. Hace poco estuvieron dos de mis antiguos alumnos en mi casa y me dijeron que no podía faltar, pero no sé yo. Hace 43 años que salí de allí y volví un par de veces, pero hace tiempo que no voy. Sería una pena tener que perdérmelo.

-¿Cómo recuerda su llegada a Vilatuxe para impartir clases?

-Yo venía de una aldea de Chantada con una escuela con unos hermosos ventanales que daban a la Ribeira Sacra y sólo cinco niños a mi cargo, y me encontré en Os Carballiños una escuela con pocas ventanas y puertas y donde hacía un frío que pelaba. Recuerdo un año que vino una inspectora en pleno mes de enero que terminó por marcharse de tanto fío que pasó cuando estuvo allí.

-¿Fue duro trabajar en esas condiciones y en aquella época con los niños de Vilatuxe?

-Allí hice lo que pude y más de lo que pude, pero ninguno se quedó sin aprender lo que antes se conocía como las cuatro reglas, y eran unos niños muy educados. Si le llego a dar clase a los niños de ahora estaría en un psiquiátrico o en la cárcel, porque a mi nunca me faltaron al respeto. Yo era una profesora severa pero eso de ponerse chulitos conmigo, nada de nada.

-¿Tan mal piensa que están hoy en día las relaciones en el mundo de la enseñanza?

-Antes tenían otras ejemplos de sus padres, creo. A mi tampoco nunca ningún padre me vino con ninguna queja por haber castigado a su hijo si es que lo merecía, por ejemplo, por haberse portado mal. Ahora, los padres les montan unos cirios tremendos a los profesores que no veas.

-¿Qué tal le fue por Cangas do Morrazo como profesora?

-En Cangas estuve dando clase en el grupo escolar de Nazaret a niñas de un solo curso. Eran otras condiciones más diferentes. Tengo 86 años ya y me jubilé en Nazaret en 1992 porque nos venimos a vivir a Cangas porque mi marido se tuvo que trasladar a trabajar allí. Ahora vivo en una casa muy próxima a la playa de Rodeira con unas vistas magníficas a la Ría de Vigo que no cambio por nada del mundo. Aquí estoy muy contenta pero nunca me olvido de Os Carballiños.