-¿Qué le gusta leer a un coordinador de una librería como Folllas Novas?

-Mi problema es la falta de tiempo porque, a veces, salgo a las nueve de la noche de la librería. Lo mío son los libros de historia por razones obvias y, también, los de antropología. También leo algunas novelas de escritores que conozco, como es el caso de Almudena Grandes o de otros que se pasan por la librería y te firman los ejemplares. Tengo un montón de libros autografiados por los autores que estuvieron aquí.

-¿Mantiene su vinculación con la parroquia silledens de Abades, de donde es natural?

-Suelo ir cada ocho o quince días por allí y siempre en fin de semana, cuando me lo permite el trabajo. Es cuando nos juntamos cinco hermanos, algo que para nosotros es una auténtica maravilla porque nos llevamos muy bien desde siempre.

-¿Nunca se ha visto tentado a establecerse por su cuenta en Abades con una librería adecuada para la zona?

-Creo sinceramente que en Abades no hay público para eso. Le estuve ayudando a un chaval de A Bandeira a empezar en este negocio pero la cosa no da para más porque esto es así.

-Sin embargo, es usted un vecino muy activo en Abades y en todas sus celebraciones.

-Yo soy un gran defensor de la comarca de Deza y, en especial, de mi tierra. Te puedo decir que en Follas Novas hay cuatro fotografías diferentes de la iglesia parroquial de Abades de las que presumo desde hace tiempo con todo el que me pregunta qué iglesia es. El amor a la comarca de Deza es algo que, también, le inculqué a todos mis hijos desde bien pequeños.

-Ramón Piñeiro decía que Follas Novas era una de las dos "catedrales" de Santiago...

-Don Ramón Piñeiro era un gran cliente nuestro de toda la vida y una de los grandes figuras de nuestra cultura.