La Primera Comunión es, junto al comienzo del curso escolar, uno de los desembolsos económicos más grandes que afrontan los progenitores a lo largo del año. Pero si algunas opciones como el banco de libros contribuyen a tener menos gastos en el colegio, en esta celebración religiosa apenas se ha notado un reajuste de precios para poder sobrellevar la crisis. Desde la tienda Cousiñas, en la calle Pintor Laxeiro de Lalín, su dueña Sonia Vázquez apunta que "sí ha descendido un poco el precio de los vestidos" de niña, aunque si el cliente busca calidad, los trajes en seda cuestan, como mínimo, 350 euros.

En torno a tres meses antes de la ceremonia, los padres comienzan a buscar el vestido o traje para su retoño. "Ahora estamos entregando los encargos para mayo", indica Vázquez. En el caso de las niñas el gasto es similar al de años anteriores: apenas se impone el traje corto -que sí tiene demanda fuera de tierras dezanas- y se mantienen los colores crudos o blanco roto. Sí se puede ahorrar, en cambio, en la vestimenta de niño. El tradicional uniforme de marinero o de almirante va dejando paso al traje de calle, "con un estilo similar al del novio pero en pequeño, para poder reutilizarlo en futuras ocasiones", indican desde Cousiñas. También es frecuente que varios clientes opten por reutilizar los trajes de hermanos mayores, de forma que se adquieren solo los complementos. Es una opción que va ganando fuerza desde el inicio de la crisis.

Y si las pruebas de vestido comienzan, como muy pronto, en los primeros meses del año, es frecuente que las reservas de restaurante se confirmen hasta con ocho meses de antelación. Desde el Pazo de Bendoiro, su directora Graciela Vila, señala que se mantienen las mismas tarifas que en años anteriores, en torno a 50 euros por plato de adulto. Los servicios de esta casona incluyen una fiesta infantil en la que se pone a disposición de los más pequeños una piscina con socorristas, cuidadoras, merienda, una fuente de chocolate, carritos con palomitas y castillos hinchables, además de una zona con juegos de mesa y Wii. Aunque la temporada de comuniones arranca ahora en mayo, este pazo lalinense suele concentrar el grueso de estas celebraciones en julio y agosto. Vila asegura que este año ha aumentado la reserva de salones en comparación con el ejercicio pasado.

Sesiones fotográficas

Los laboratorios de fotografía son otro de los pilares imprescindibles a la hora de preparar la Primera Comunión. La empresa Bernabé, con sede en Lalín, apunta que la opción más cara es incluir en el álbum digital las fotos de la sesión de estudio, que suele hacerse entre 15 y 20 días antes de la ceremonia religiosa. Su precio ronda los 800 euros. Pero existen alternativas, como la contratación del trabajo fotográfico solo para la ceremonia religiosa, que supone un desembolso mínimo de 150 euros. Al igual que otros sectores, las firmas fotográficas sufren el intrusismo de particulares que se encargan de realizar estos trabajos por menos dinero, pero corriendo también el riesgo de obtener una calidad inferior en las fotos y recordatorios.