En julio de 2012, la constructora San José, encargada de los trabajos de rehabilitación y acondicionamiento, entregó la obra al Instituto Galego de Vivienda e Solo. El 1 de agosto de ese mismo ejercicio, la Xunta aprobó la cesión de los edificios, y un año y medio después, el Museo da Minería de Fontao sigue cerrado al público y sin previsión a corto plazo de hacerlo. El Concello no ha cesado desde entonces de pedir apoyo a la Xunta y a la Diputación para poder costear la apertura de las instalaciones y la contratación de un guía que las atienda diariamente, pero el cinturón de las administraciones está ya en el último ojal y no da más de sí.

El gobierno cruceño se plantea incluso hasta qué punto es viable mantener a una persona permanentemente en el museo si no se percibe un mayor interés por visitar su contenido que el que se detecta actualmente. No obstante, hubo grupos de personas que durante este tiempo conocieron el museo. Fueron estudiantes, miembros de colectivos relacionados con la minería, la arquitectura o distintos ámbitos empresariales, que previamente concertaron una cita llamando al Concello. A pesar de que la ordenanza del museo, con sus correspondientes tarifas, está vigente desde el 29 de julio del año pasado, todavía no se ha empezado a cobrar. "De momento los que vienen son grupos de universitarios o entidades públicas y no se les cobra", señala el alcalde, Jesús Otero.

Dos son los objetivos en los que se centra ahora el gobierno local. Por un lado, conseguir la catalogación como museo, una documentación que todavía se está tramitando. Por otro, rematar de inventariar y clasificar todas y cada una de las piezas que integran la muestra, una colección con fotografías, publicaciones y objetos y mapas que repasan la historia de la actividad extractiva de la zona así como de otros puntos de la geografía mundial.

Dando carpetazo a la polémica a raíz de la renuncia de Diego Casal como director del museo y la marcha de la becaria, el regidor avanzó ayer el "compromiso" del presidente de la Diputación de Pontevedra de financiar "este año" la contratación de un geólogo -también en calidad de becario durante "ocho o doce meses" al que se le encomendaría la tarea de catalogar el material aún pendiente de ordenar. El Concello prepara la solicitud para entregar a la Administración provincial cuanto antes y apurar los trámites.

De modo paralelo, el equipo de Otero sigue intentando establecer convenios de colaboración con colectivos y entidades especializadas en minería para aprovechar sinergias.

Un posible acuerdo sería con el Museo de los Minerales de Galicia, situado en O Porriño, que visitaron el regidor y la edil Beatriz Iglesias el pasado mes de noviembre. Entre las actividades a compartir podrían estar la cesión de piezas para ampliar la oferta museística en el caso de la muestra cruceña.