"Nadie se marcha de Añobre el día de Santa Rita sin pasar por delante de la Virgen". Lo dice una de las vecinas de la parroquia cruceña que participa en la organización de los festejos, y da muestra del fervor con el que cientos de fieles acuden cada año a rezar, tanto en la madrugada del 21 al 22 de mayo, como el día grande, ayer.

Medio centenar de personas, según la organización, se quedaron a pernoctar en el templo tras la misa cantada por la Coral de Tremoedo (Vilanova de Arousa), y oficiada por el cura párroco, Javier Brey, a las 24.00 horas del martes. Una pantalla instalada en el exterior de la iglesia permitió que los fieles sin asiento pudiesen seguir la celebración del oficio, que remató con una tirada de fuegos de artificio. A medida que avanzaban las horas, la gente se fue marchando, hasta quedar alrededor de media docena de fieles en el templo hasta la mañana.

Las celebraciones continuaron desde las 9.00 horas de ayer, con misas hasta las 11.00 horas. La rezada fue a la una, e incluyó la tradicional procesión, tocada por la Unión Musical Ponteledesma. El buen tiempo contribuyó a la asistencia de fieles. Hubo quien llegó caminando, desde puntos como A Estrada, Silleda, Touro o Lalín. La organización agotó los 1.300 sobres con pétalos de rosa bendecidos -símbolo de Santa Rita- que cada año prepara para que los fieles lleven de recuerdo. "Viene, sobre todo, gente muy enferma, alguna a la que los médicos no le dan esperanza; se encomiendan a la Virgen y todo les acaba saliendo bien", explican desde la organización, que también destaca "la cantidad de gente joven" que atrae.

Por otra parte, la festividad de Santa Rita, patrona de los funcionarios, también fue celebrada por los trabajadores del Concello de Lalín, algunos de los cuales organizaron ayer una comida en un conocido restaurante de la capital dezana. Sus compañeros de Rodeiro y Agolada también lo harán, pero mañana, en Ponte Vilariño.