Hosteleros de la calle Cartagena de Silleda, también conocida como Rúa da Movida, vaticinan la muerte de la misma y culpan de ella a la semipeatonalización de la vía. Coincidiendo con la celebración de la Semana Santa, han puesto en marcha una protesta tan curiosa como elocuente: La colocación de pegatinas con cruces en los bancos de la calle, convertidos así en marmóreos ataúdes, y la distribución de esquelas en las que explican la muerte de la movida.

Las esquelas o "coplas" aluden a los motivos del "fallecimiento" de una calle que podría dejar "huérfanos" nueve establecimientos hosteleros: "La insensatez de muchos, la avaricia de unos pocos, el exceso de todos y la ceguera de unos políticos a los que no interesó planificarla porque les daba votos", rezan los carteles de protesta.

La raíz del problema se halla, a su juicio, en la humanización de la calle, que fue culminada durante el año pasado e inaugurada en las fiestas de verano de Silleda. Polémica desde el principio, la actuación consistió en la ampliación de las aceras y la supresión de las plazas de aparcamiento, dejando un solo carril de circulación. Los hosteleros creen que con el aparcamiento se fue su clientela, sobre todo durante el invierno, y abogan por revertir la situación. "Como no vuelva a ser como antes, no tenemos nada que hacer", declara uno de los promotores de la iniciativa. Subraya que durante el verano si hay actividad en la calle, puesto que mucha gente se acerca hasta sus terrazas, precisamente por la ausencia de vehículos aparcados y la baja densidad de tráfico rodado. Pero no sucede lo mismo en invierno, especialmente en uno tan lluvioso como el actual, cuando "la gente entra a tomar un café o una caña en el bar más próximo al sitio en donde ha aparcado", comentan.

Así las cosas, en nombre de los locales afectados, "de los parados que se crearán y de la generación de gallegos (y resto del mundo) que no volverán a tener Rúa da Movida en Silleda, comunican tan sensible pérdida y ruegan tomen medidas para una posible resurrección". "Para suavizar las penas se suplica la asistencia al funeral copero, que se realizará en el cementerio situado en la misma calle durante esta Semana Santa", concluye la esquela. La capilla ardiente puede ser visitada en cualquier bar de la calle Cartagena.