A 300 metros del santuario de Milagros de Requián, entre los municipios de A Estrada y Valga, se encuentra Valga Golf, en el monte de Xesteiras. Este campo de golf cuenta con nueve hoyos de par 3, con una media de longitud de 150 metros. Dispone de putting green y driving range -campo de prácticas- de 300 metros. Fue inaugurado en el año 2009 de la mano del empresario afincado en Rois Santiago Tarrío.

-¿Cómo surgió la idea de montar este campo de gol?

-Se trataba de hacer un campo de golf de tamaño intermedio. No reducido de todo pero sí con unas dimensiones medias para abaratar costes. Yo llevo muchos años en el mundo del golf y realizando distintas profesiones, bien sea como monitor o como green keeper. Con esos conocimientos consideré la posibilidad de juntar unos terrenos que reuniesen las características que buscábamos. Finalmente, así fue y tiramos para delante. Fui hablando con comuneros de Valga y llegamos a un acuerdo. Se firmó un convenio regulador con ellos y a partir de ahí surgió un campo de golf que busca dar cobertura a las zonas limítrofes en un radio de treinta o cuarenta kilómetros: A Estrada, Cuntis, Moraña, Caldas... Incluso Padrón, aunque en este caso ya tienen un campo de golf más cercano.

-Supongo que no sería fácil llevar a cabo ese proyecto.

-En aquellos tiempos descubrí que los márgenes comerciales de las empresas que venían de Madrid e incluso del extranjero a hacer campos de golf aquí eran muy grandes. En este caso decidí hacerlo con medios propios, por lo que consideré que tenía que salir adelante y así fue. Fue bastante más barato y económico de lo que sería si fuese contratado. Estuvimos en obras cerca de nueve meses y después se inauguró.

-¿La elección de Valga y A Estrada para construir este campo surgió por algo en especial?

-No, en aquel momento tenía contactos con comunidades de montes y con cuatro o cinco ayuntamientos. Geográficamente y por situación céntrica parecía el sitio idóneo. Tenía más ofertas para montar el campo pero optamos por este sitio por proximidad con A Estrada, Cuntis... Santiago por ejemplo ya tenía campo así que lo que se trató fue de dar un servicio en ciudades o pueblos que no lo tenían.

-¿Cómo se reparten los terrenos de ese campo?

-El campo cuenta con diez hectáreas, si bien es cierto que el quince o el veinte por ciento está todavía virgen. Es un campo rústico pero esas zonas están menos cuidadas.

-¿Qué parte estaría en Valga y que parte en A Estrada?

-Es difícil de precisar porque en esa zona hay problemas entre los ayuntamientos por culpa del deslinde pero calculo que, por lo que se rumorea, debemos tener 10.000 metros en A Estrada y los 90.000 restantes en Valga. No son datos oficiales, ya digo, por que no se sabe exactamente por donde pasa el límite.

-¿Qué tal ha funcionado el campo de golf en estos primeros cuatro años?

-La verdad es que el campo llegó a funcionar a un nivel óptimo y cumplía con las expectativas. Hay que admitir sin embargo que con la llegada de la crisis el bajón fue fuerte. Este es un gasto extra y el golpe fue más grande incluso que en cualquier sector industrial. Tenemos que admitir que bajamos de golpe más del cincuenta por cien. Nos quedamos con cerca de un cuarenta por cien de actividad. Eso nos hace replantear gastos y nos hace volver a mirar todo.

-¿Está abierto todo el año?

-Sí y además los gastos de mantenimiento son fijos, juegue gente o no. Llevamos por ejemplo ahora tres meses de invierno muy fuerte, con encharcamientos y demás. Tuvimos problemas también para meter las máquinas. Es un poco la pescadilla que se muerde la cola. La gente no pude jugar porque el campo no se pudo cuidar estos meses por la climatología pero, por otro lado, los ingresos también son menores al no venir la gente. Es algo común a todos los campos. Me muevo mucho en este mundo y veo que todos los campos, incluso los más grandes y con amplios presupuestos, lo están pasando mal. A lo mejor no tanto como los pequeños proyectos como el mío pero también están en un momento difícil.

-La idea será entonces recuperarlo con la llegada del buen tiempo.

-Sí, la idea es hacer un nuevo lanzamiento, abaratar costes y abaratar precios también, porque cada día sale más barato jugar al golf. Ahora mismo creo que es tan barato jugar al golf como a cualquier otro deporte. De ser el deporte más elitista pasó a ser de los más económicos. El objetivo es seguir estando ahí.

-La afición por el golf creo que le viene a usted desde niño.

-Sí, nací en Lavacolla, al lado del aeroclub. En aquel entonces solo había cuatro campos: el aeroclub, La Toja, el Ría de Vigo y La Zapateira. Ahora mismo creo que hay 33 campos en Galicia. Antes de la crisis el golf crecía en un veinte por ciento con respecto a las licencias del año anterior. Con la crisis estamos aguantando y medio bajando.