Un tramo de la carretera nacional 541 -que une Ourense con Pontevedra- a su paso por la zona se sitúa como el decimoséptimo más peligroso de la red vial española, según el último informe RACE (Real Automóvil Club de España) de Evaluación de la Red de Carreteras del Estado. Se trata del trecho comprendido entre el principio de la zona urbana de O Regueiro, en el punto kilométrico 47,1 del municipio ourensano de Boborás, y las inmediaciones de la localidad forcaricense de Ventoxo, a la altura de la intersección de este vial con la PO-200, que enlaza Forcarei con Lalín (punto kilométrico 59,9).

En concreto, es un intervalo de 12,8 kilómetros de los que en torno a la mitad discurre por Tabeirós-Montes, perteneciendo el resto a la provincia de Ourense. Actualizado a finales del año 2011, este estudio realizado por el Real Automóvil Club de España (RACE) analiza datos del período 2008-2010. En él, se hace un seguimiento de la siniestralidad registrada en aquellos tramos con una intensidad de tráfico de más de 2.000 vehículos al día, estableciéndose por cada uno de los trechos estudiados un índice de riesgo que permite conocer y comparar la peligrosidad de estos viales. Esta tasa, que en el caso del intervalo de la N-541 a su paso por la zona es de 143,2 puntos, se define como el número de accidentes mortales y graves ocurridos por cada 1.000 millones de vehículos y kilómetro.

En este sentido, el mencionado trecho de la N-541 obtiene, junto a otros 54, una tasa de riesgo media-alta. En el caso concreto de este vial, se registraron durante la etapa estudiada un total de 5 siniestros graves. Su intensidad de tráfico fue de 2.491 vehículos por día.

Dos puntos negros en Galicia

El estudio RACE señala tres tramos con riesgo alto de accidentes, dos de ellos en Galicia. Son los conocidos como puntos negros. El considerado más peligroso está en Albacete, en la N-322. Le siguen, ya en la comunidad, la SC-21 entre el enlace a la A-54 y el aeropueto de Lavacolla, la N-640 entre San Tirso y A Pontenova. Ambos viales sumaron dos siniestros mortales y cinco graves.

En comparación con la peligrosidad de otras carreteras del Estado a su paso por Galicia, la N-541 en la zona se sitúa como el quinto con mayor riesgo de siniestralidad. Con mayor índice de accidentes se catalogan -además de los dos puntos negros señalados- en la región los siguientes viales: la N-554 desde Vilaboa hasta la entrada en San Adrián y la PO-10 entre los enlaces a la AP-9 y la PO-12. Según este informe, hay otras ocho carreteras gallegas en las distintas provincias con una tasa de riesgo medio-alto. Son la N-540 entre Guntín y la variante de Taboada, la PO-10 entre el enlace a la AP-9 y O Pino, la N-547 desde Ferreiros al enlace con la A-54; la N-550 desde el acceso con Betanzos hasta Ordes, la N-120 desde Ourense hasta Santa Cruz, la N-547 entre Burres y Ferreiros, la N-640 desde A Pontenova hasta Meira y la N-120 entre la entrada de la vía rápida en Seguín y en enlace con Penalva.