Aunque celebre sus bodas de plata, el centro cultural Vista Alegre ahonda sus raíces en las primeras décadas del siglo pasado. De ahí que tenga que ser un orgullo para todos los trasdezanos, como manifestó ayer la alcaldesa, Paula Fernández Pena, durante el acto del 25 aniversario del local de A Bandeira. Vista Alegre cuenta con 500 socios y su éxito radica en que "no está vinculado ni a la política ni a temas comerciales", apuntó la regidora.

Pena y el concejal de Cultura, Matías Rodríguez da Torre, fueron los últimos en intervenir en un acto moderado por el estradense Valentín García y cuyas actuaciones musicales corrieron a cargo de los grupos que se forjaron en este centro: Fortín da Pomba y Xirandola, así como un quintento de metal de la Banda de Bandeira.

El primero en intervenir fue el escritor cruceño Xosé Neira Vilas, quien hizo un pormenorizado repaso de las aportaciones económicas de los emigrantes gallegos de ultramar para la alfabetización de sus familiares y vecinos. El exalcalde Juan Salgueiro, que fue el primer presidente del centro cultural, recordó cómo durante su remodelación, ya a mediados de los años 80, los centros de A Bandeira y de Valladares pasaron a ser "teleclub piloto". Por este motivo, también intervino Manuel Moreira Matalobos, que en 1986 –año de inauguración del centro cultural– era delegado de Cultura. Tanto él como la actual presidenta, Dolores Sangiao, pronunciaron sendos discursos muy emotivos. La primera directiva recibió un diploma, y el coordinador del centro, Alfredo López, fue homenajeado con una plaza, un pin de socio de honor y una figura del rosetón de Carboeiro. Sangiao destacó de su compañero "su sensibilidad refinada y su capacidad de trabajo, muy difíciles de encontrar en la misma persona". La velada terminó con una populosa cena en el pabellón.