Desde hace años y en vista de que el esperanto no acaba de consolidarse como tal, se considera a la música como un lenguaje universal. Ayer el festival Cubasilleando dejó más que patente este concepto, ya que fueron muchos dezanos los que descubrieron los secretos de la música de la isla caribeña que, por cierto, guarda grandes influencias de los colonizadores y emigrantes europeos.

Desde primeras horas de la mañana, pequeños y mayores participaron entusiasmados en las actividades que organizó la Banda de Música Municipal, al igual que ocurrió en los tres años anteriores del Día Internacional de la Música. En estas ediciones precedentes, Silleda honró a los clásicos, al jazz y al rock. Cuba consiguió ayer superar ese listón, gracias a un programa tan variado en el que tuvieron cabida tanto talleres de instrumentos y de vestimenta cubana como conciertos. En el de la Banda, que capitaneó Rafael Agulló, intervino la cantante cubana Yamila Castillo, acompañada por su grupo Purofilin. En el recital también intervino Sandra Nasher, que dirige las corales de Agolada y Monterroso, para recitar versos de José Martí, el líder de la independencia cubana. Como no podía ser menos, hubo degustación de platos cubanos y una fiesta del mojito.

Mientras, en el concello vecino de Vila de Cruces el festival de fin de curso de la Escola de Música Municipal contó con las intervenciones de las bandas juveniles de la Unión Musical Ponteledesma y la Artística de Merza. Sobre el escenario del auditorio Xosé Casal también actuaron los miembros de la banda sinfónica Adagio Cantabile, de A Coruña. Las dos citas congregaron un numeroso público, al que le supo a poco esta variada jornada musical.