La Concejalía de Medio Ambiente de Lalín remitirá un escrito a Renfe para que retire del río Deza una gran cantidad de chatarra de ferrocarril que lleva muchos años en el agua del río Deza a su paso por Ponte Taboada, al pie de la actual vía del tren. La actuación del departamento que dirige José Manuel Brea se produce después de haber recibidos quejas de varios pescadores de la zona.

La chatarra está compuesta por varios vagones de tren de un importante peso y tamaño metidos en el agua del Deza. Además de los hierros oxidados existen otros componentes tóxicos para el agua del río, señala Brea, como pueden ser los rodamientos del tren, grasas, gomas, etc., que se encuentran deteriorados por el paso del tiempo y la erosión del agua.

La concejalía solicitará a Renfe que, si no la retira, al menos autorice a un gestor para que lo haga y deje del río libre de estas chatarras, producto de un siniestro acaecido en este puente del tren hace años.