El ministro de Fomento, José Blanco, ha dejado de ser Pepiño para el alcalde de Lalín y se ha convertido en Don José. José Crespo manifestó el 17 de julio pasado que le cambiaría el tratamiento al al político socialista de Palas de Rei –con quien había conversado telefónicamente el día anterior– si éste apoyaba la restauración del Pazo de Liñares. El mandatario lalinense afirmó entonces que si el ministro respaldaba la concesión del 1% Cultural para la recuperación de la casa natal de Joaquín Loriga le otorgaría este calificativo simbólico y el ministro cumplió.

Semanas después de la toma de posesión de Blanco como ministro, Crespo lo había telefoneado para reclamarle esta importante inversión. Días después, Blanco le devolvió la llamada y, satisfecho por el resultado de la conversación, el alcalde dijo textualmente: "Foi moi amable comigo e, despois de xestos coma este para min non é Pepiño, será Don José. Despois disto ábrese unha nova etapa de entendemento cos socialistas", dijo, en alusión a las más que mejorables relaciones de su gobierno con el ministerio en la etapa de Magdalena Álvarez.

Aunque con varios meses de retraso, la comisión mixta formada por Fomento y Cultura anunció el viernes la concesión de 2,4 millones al Concello de Lalín, el 75% de la actuación propuesta y la máxima que permite la normativa. El proyecto municipal asciende a 3,4, aunque el grupo de gobierno reiteró ayer de nuevo que los fondos restantes serán reclamados a la Dirección Xeral de Patrimonio y a la Diputación.

La inversión está conseguida y supone que el concello tenga garantizados fondos para la recuperación de un pazo del siglo XVII, que presentaba un importante estado de deterioro; más si cabe desde que fue adquirido por el ayuntamiento hace casi 8 años. Ahora, populares y socialistas se atribuyen las gestiones con el ministro la consecución de esta importante cuantía económica. El simbolismo de Liñares y la trascendencia del anuncio provocó reacciones similares entre el partido del gobierno y el de la oposición. Aunque ya lo habían hecho el sábado, poco después de conocer la noticia, las dos partes volvieron a apropiarse los méritos de estas negociaciones. Román Rodríguez mencionó ayer los "atrancos" del PSOE local para impedir que el concello consiguiese el apoyo de Blanco. Incluso habló de "reunións secretas" con el ministro para que los socialistas de Lalín no frenasen la obra.

Sobre su uso definitivo volvió a apostar por "un centro multidisciplinar" que albergase salas dedicadas a la "aviación, ao museo do cocido, aulas formativas ou incluso un centro de interpretación dos pazos, como propoñía o PSOE". En todo caso, no existe un fin definido claramente.

Los socialistas dicen que fue el propio Crespo "en conversas privadas con nós ou nos plenos" el que reclamó su mediación ante Fomento y alegan que "puxemos cordura, pois o alcalde mercou un pazo por 700.000 euros sen saber o que ía facer". "Pese a quen pese, a rehabilitación de Liñares será posible por unha decisión do goberno socialista", concluyen.