Son las 12 horas y Sonia, dependienta de la librería La Marina de Lalín y vecina de Donramiro, está a punto de vivir uno de los peores momentos de su vida. Una mujer de mediana edad enfundada en un turbante y vestido negros, y con gafas de sol, entra en el establecimiento blandiendo una pistola y le exige el dinero de la caja. Tras unos segundos de desconcierto, la joven empleada dialoga con la presunta ladrona apreciando un extraño acento en su castellano. Los minutos se le hicieron eternos y –después de confesar a la mujer armada que, si le daba todo lo que contenía la recaudación del día. corría serio peligro su puesto de trabajo– acabó negociando con ella el montante del saqueo, que rondó los 400 euros en metálico.

La escena tuvo lugar ayer en la cabecera comarcal dezana, a plena luz del día y con las cámaras de seguridad de la céntrica librería como únicos testigos del suceso. Poco después de que la atracadora abandonase el local, una dotación de la Policía Local de Lalín se personó en el lugar de los hechos tras ser alertada desde la propia librería para investigar el asunto utilizando las cintas del circuito cerrado de televisión del local.

Un arma ¿real?

Una de las incógnitas que restan por despejar es si la misteriosa mujer que entró en La Marina llevaba una pistola real o, por el contrario, se trataba de una réplica o de un revólver de fogeo. En este sentido, fuentes de la Policía Local de Lalín manifestaban ayer desconocer si el arma es auténtica a tenor de lo visto en la grabación de las cuatro cámaras de seguridad del establecimiento que en todo momento registraron el incidente.

"Hablaba muy bien", dijo Sonia cuando se le preguntó por la forma de expresarse de la protagonista del robo. La serena empleada también expresó su creencia de que "probablemente era una necesitada" por haber negociado hasta el último instante la cantidad que al final consiguió llevarse y porque cuando le dijo que la podrían despedir si vaciaba la caja "ella me contestó que no le diera todo porque también tenía familia y sabía lo que era eso". Todo sucedió en apenas cinco minutos donde la supuesta delincuente mantuvo una actitud dialogante sin llegar a encañonar a la joven durante la conversación mantenida dentro de la librería.

El botín sustraído está compuesto por varios billetes de 20 y 50 euros porque la atracadora pidió a Sonia que dejara los de 5 euros en la caja para evitar su despido. La librería estuvo cerrada durante toda la tarde de ayer y en la Policía Local están a la espera de saber si los responsables de la tienda tienen pensado presentar la correspondiente denuncia o, por el contrario, deciden obviar el incidente con la mujer vestida de negro que puso a prueba los nervios de Sonia en un sábado que tardará mucho tiempo en olvidar.

"É todo moi estrano", manifestó Jesús López Cuñarro, sargento de la Policía Local de Lalín, después de revisar en varias ocasiones las imágenes procedentes de la librería La Marina. El responsable policial no se atreve a asegurar si el arma que esgrime la mujer es de verdad "porque nestas gravacións todo é moi oscuro e ela nunca encanonou á rapaza nos cinco minutos que estivo, máis ou menos, dentro da libraría", explicó.