Las "galletas" de chapapote y las aves muertas a causa de la acción del petróleo descubierto en los dos últimos días ya no se encuentran sólo en la ría de Arousa, especialmente en A Illa y O Grove. Tras la información publicada ayer alertando del aumento de contaminación marina, diferentes ornitólogos e investigadores indican que desde hace aproximadamente una semana se ha detectado un inusual incremento de manchas de fuel en todo el litoral de las Rías Baixas, lo cual, añaden, se traduce en la aparición de decenas de aves muertas o enfermas.

Esta situación se registra con especial incidencia en la rías de Arousa y Vigo, pero también en las de Pontevedra y Muros-Noia. Las causas del aumento de chapapote en la costa se desconocen -la Consellería de Medio Ambiente tampoco sabía ayer de lo ocurrido-, pero algunos sospechan que puede proceder del pecio del Prestige y otros, la mayoría, lo relacionan con la realización de numerosas limpiezas de sentinas frente a la costa gallega, una acción prohibida que siguen practicando los grandes buques, sobre todo cuando hay mal tiempo y el oleaje disimula el delito que están cometiendo.

Samuel Paz, presidente del colectivo ecologista de A Illa de Arousa, confirma la aparición de aves petroleadas, tanto muertas como vivas, en la zona de Corrubedo -allí aparecieron muertos numerosos frailecillos-, pero también en la costa de la ría de Noia. Indica igualmente que los ornitólogos y estudiosos de las aves "empezamos a detectar un incremento de pájaros afectados" el pasado día 12, comprobando que el fuerte temporal de viento y el intenso oleaje estaban introduciendo en las rías tanto las "galletas" de fuel como los animales afectados. Las corrientes arrastraron a los muertos sobre la arena de las playas y los enfermos trataron de encontrar refugio en las zonas más resguardadas.

"Sentinazo"

"En principio pensamos que se trataba de una limpieza masiva de sentinas -lo que popularmente se conoce como sentinazo-, pero lo cierto es que hay una cantidad de vertido tan importante que no hay que descartar ninguna posibilidad".

Este ecologista isleño confirma que se trata de "un vertido muy grave" que está acabando con la vida de gaviotas, alcatraces, frailecillos, cormoranes y otras especies. "No se trata de un vertido esporádico, de esos que suelen producirse habitualmente, sino de algo más serio", concluye.

Emilio Martínez, miembro del Grupo de Anillamento Anduriña, con sede en Cangas pero operativo en toda la provincia, dice haber detectado el miércoles una treintena de gaviotas cabecinegras "totalmente petroleadas" que buscaban refugio en el Complejo Intermareal Umia-O Grove, a la altura del Concello de Meaño. Es una especie que acude a estas aguas para invernar y entre la que hay numerosos individuos anillados, por eso el citado ornitólogo pudo comprobar que entre los ejemplares petroleados los había procedentes de Hungría, Polonia, Alemania, Francia, Bélgica y Holanda.

El propio Emilio Martínez confirma que en la playa de A Lanzada aparecieron también varios frailecillos petroleados y muertos, "al igual que ocurrió en la ría de Vigo con diferentes especies, sobre todo gaviotas".

Asimismo, "el pasado fin de semana aparecieron manchas importantes de chapapote en la playa de Louro (Muros)", al igual que se encontraron aves muertas en aquella zona, en Ribeira y en otros puntos de las Rías Baixas.

Añade que, "lamentablemente, cuando hay temporal muchos barcos aprovechan para limpiar sentinas y arrojarlo todo al mar frente a la costa gallega, por lo que en esta ocasión, teniendo en cuenta la dirección del viento que sopló en los últimos días, sospechamos que los sentinazos se hicieron a la altura de las islas Cíes".

Este anillador y estudioso que integra el grupo Anduriña dice desconocer si el chapapote aparecido, o al menos parte de él, procede del Prestige, "pero lo que sí sabemos es que el vertido lleva varios días produciéndose y ya alertamos de ello a los guardias del complejo intermareal", al igual que la cofradía de A Illa hizo ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y como, públicamente, se denunció ayer a través de FARO.

Tanto los citados como otros ornitólogos y biólogos consultados coinciden al apuntar que "la situación es preocupante, y más teniendo en cuenta que los grandes barcos siguen actuando de forma impune frente a nuestras costas". Lamentan que se siga "lanzando petróleo y combustible de todo tipo al agua sin que el peso de la ley caiga sobre los infractores".