La Anpa del CEIP Viñagrande de Deiro ha manifestado su total desaprobación a las medidas adoptadas por el Concello de Vilanova después de la inundación sufrida hace poco más de una semana.

El suceso se detectó en la noche del pasado martes por parte del personal del centro, comunicándose de forma inmediata a la Inspección Educativa, que autorizó la suspensión de la actividad escolar.

La rotura de la tubería se registró en un baño del primer piso, por lo que el agua se acabó filtrando por la placa para dañar todo el falso techo, puertas, ordenadores, rodapiés y paredes, anegando por completo el bajo y convirtiendo en imposible celebrar las clases.

La solución adoptada por el Concello de Vilanova, según los miembros de la Anpa, "fue la retirada del lavamanos y tapiar el desagüe del mismo". A ello añaden que "para nosotros esto no nos arregla nada. Es necesario que vuelvan a colocar un nuevo lavabo ya que el centro no dispone más que de dos en la planta superior".

El tono crítico con la gestión del problema se intensifica al reclamar que "queremos que sigan acometiendo las mejoras necesarias de las que tanto Ayuntamiento como Educación ya tienen conocimiento. Necesitamos con urgencia que se siga con el mantenimiento del centro".

También se refirió la asociación de padres de alumnos a la partida de 20.000 euros que Educación ha comprometido para las obras, porque "sabían de antemano que ese dinero no iba a llegar y las obras no se han llevado a cabo por falta de dinero. No se puede ejecutar una obra de esa magnitud sin tener el dinero".

Añaden en la protesta los padres que "el proyecto que presentamos se adapta a nuestro sistema educativo, con espacios abiertos y mejor autonomía para los niños. Cuando le presentamos el proyecto a Educación estaba totalmente de acuerdo. Insistimos desde la Anpa en que si no hay respuesta por parte de las administraciones se optará por otras vías para que se nos escuche".

El colectivo de familias de los 156 alumnos de Viñagrande deja bien claro que "los niños no tienen porqué ir a un baño con olores desagradables y con una higiene pésima. No es porque no se limpien, es porque el olor sale de las tuberías, por el óxido que tienen y por su pésimo estado".

La tensión con Gonzalo Durán también quedó patente debido a las declaraciones del edil culpando a la dirección del centro como responsable de lo sucedido, "con el cargo que tiene debería guardar su opinión. No es algo en lo que tenga conocimiento ni competencia".