En cuanto llega el buen tiempo, aparcar y circular por el entorno del monasterio de Armenteira durante el fin de semana o en un día festivo puede volverse una tarea complicada. Una situación que han puesto de manifiesto algunos vecinos de la aldea, que han solicitado un mayor control sobre el tránsito de automóviles en el entorno del conjunto histórico e incluso que se prohiba estacionar en la plazoleta que hay a la salida del atrio.

No obstante, son también muchos los vecinos que preferirían que la situación se mantuviese como está. Tanto es así que en una reciente asamblea de la asociación de vecinos de Armenteira se vio que la parroquia en este asunto está dividida. Incluso dentro de la misma directiva del colectivo vecinal coexisten las dos sensibilidades.

El alcalde, José Luis Pérez, ha optado entre tanto por permitir que se siga aparcando en la plazoleta, a la espera de que se concrete un acuerdo con el propietario de una finca existente en la zona, y que se habilitaría como futuro aparcamiento. "Lo primero es resolver el problema del aparcamiento, y después tomar decisiones sobre la plazoleta", arguye Pérez.

De unos años a esta parte, el entorno del monasterio de Armenteira se ha convertido en un lugar muy visitado, hasta el extremo de que incluso la Diputación de Pontevedra ha abierto en el edificio religioso una oficina de turismo. Son varios los atractivos que ofrece: el valor arquitectónico e histórico de la iglesia y el monasterio; el hecho de que sea el final de la muy transitada Ruta da Pedra e da Auga; la fama que le ha dado con sus paseos vacacionales el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; que sea una parada importante en la Variante Espiritual a Santiago; o la apertura de la pousada.

Eso ha propiciado que el volumen de tráfico en el entorno de haya multiplicado, con las consecuentes molestias. De ahí que se haya generado en el pueblo un intenso debate al respecto. Pero no solo se trata de dilucidar si se va a aparcar o no en la plazoleta, sino que a día de hoy son muchos los conductores que siguen estacionando en el mismo atrio del monasterio o sobre las aceras que rodean la finca.

Las opiniones

El presidente de la asociación de vecinos, Martín Casais, admite que "hay cierta polémica" y "división de opiniones". "Lo que reclaman los vecinos es que los conductores hagan un uso racional del entorno, porque hay días en que el turismo obstruye mucho la circulación". Casais explica que en estos momentos la Diputación puso una señal de sentido único de entrada en la calle que discurre por delante del acceso al monasterio, así como otra de prohibición de aparcar en la plazoleta. "Pero en la práctica no se cumplen mucho", añade.

Se da la circunstancia de que la calle sí es de la Diputación, pero la plazoleta es propiedad del Ayuntamiento, por lo que el alcalde reconoce que "a efectos legales esa señal tiene la validez que tiene". A pesar de que su colocación invade la competencia municipal, José Luis Pérez no mandó quitarla, "porque primero queríamos saber qué opina la gente".

El presidente de la comunidad de montes, Serafín Melón, sostiene que "en el entorno del monasterio se produce una aglomeración de coches algunos días, pero es normal. Pasa en Sanxenxo en verano, pasa en Santiago durante las fiestas del Apóstol... Hay fechas puntuales en las que se producen problemas de circulación, pero los locales de hostelería que están allí también necesitan que la gente pueda aparcar".

El presidente de los comuneros daría por bueno que el Concello prohibiese aparcar en la plazoleta si al final prosperan las gestiones del alcalde y llega a un acuerdo con los propietarios de la finca para usarla como estacionamiento pero, eso sí, recalca que "entonces habría que darle algún tipo de uso a esa plaza, ponerle unos columpios o algo, porque dejarla vacía tampoco tendría sentido".

El presidente de otra de las organizaciones sociales principales de Armenteira, como es la de cazadores, Juan José Millán, declara por su parte que "a mí no me parece lógico que se prohiba aparcar en la plaza, al menos por la semana, porque hay gente mayor que va a misa y entonces tendría que ir caminando desde lejos". "Hay otros días en que no parece lógico que obliguen a aparcar lejos del monasterio, como cuando hay un entierro o llueve". Eso sí, considera que "la gente aparca bastante mal", incluso entre las farolas, con lo que en la práctica invaden las aceras.

Así las cosas, el papel del Concello parece fundamental a la hora de resolver este conflicto en ciernes. Y el alcalde prefiere esperar. "La polémica surge de las incomodidades que causa el turismo en algunos momentos, pero si llego a un acuerdo con el vecino que tiene esa parcela y la habilitamos como aparcamiento evitaríamos un enfrentamiento. Espero que eso se produzca lo más pronto posible", remachó.