La aprobación por parte de la mayoría parlamentaria del Partido Popular de la modificación de la Lei de Saúde que elimina definitivamente el área sanitaria de O Salnés, provocó gran malestar entre la ciudadanía y en especial en el seno de la Plataforma pola Sanidade Pública, cuyos miembros se encerraron ayer en el consistorio vilagarciano, desde donde siguieron lo que ocurría en Santiago. Los alcaldes de Cambados, Fátima Abal, de A Illa de Arousa, Carlos Iglesias, y de Vilagarcía, Alberto Varela, presenciaron el debate parlamentario. Al término del mismo, Varela manifestó: "Con la desaparición del área sanitaria el Hospital Comarcal pierde categoría, y eso conllevará una nueva pérdida de servicios y personal, con lo que los usuarios de la comarca tendrán que desplazarse hasta Pontevedra para casi todo".

El regidor municipal vilagarciano a su regreso a la ciudad comentó que tuvo dificultades para acceder al Parlamento de Galicia y, de hecho, se vio obligado a esperar unos 40 minutos para poder entrar. Alberto Varela formó parte de la comitiva de alcaldes socialistas de todas las áreas sanitarias de Galicia (A Mariña, Valdeorras y Lemos) afectadas por el cambio legislativo.

"El Gobierno de la Xunta acaba de condenar a los vecinos de O Salnés a ser pacientes de segunda categoría", añadió el regidor vilagarciano quien, como los miembros de la Plataforma pola Sanidade Pública do Salnés, reconocía que la aprobación de la reforma sanitaria era más que previsible por la mayoría parlamentaria del PP y la reciente campaña de la Xunta de Galicia con folletos a todo color en los que anunciaba el nuevo mapa sanitario antes de que el cambio legislativo fuese aprobado.

Varela Paz reiteró su convencimiento de que con la reforma de la ley aprobada ayer "el Hospital do Salnés dejará de ser un hospital para convertirse en un gran ambulatorio". También recordó que, desde que a finales del pasado verano se hizo pública la intención de la Xunta de reformar la Lei de Saúde, la contestación social fue en aumento y fueron muchas las movilizaciones que se realizaron. Las principales fueron en Santiago y en Vilagarcía, así como en las otras capitales comarcales afectadas por la desaparición de áreas sanitarias. "Resulta terrible que el Gobierno de Galicia, que debe representar y velar por el interés y el bienestar de todos los gallegos, haga oídos sordos al clamor de la ciudadanía", puso de manifiesto.

Para Varela, esta reforma implicará "más recortes encubiertos a la sanidad pública, en detrimento de la prestación de los servicios que reciben los usuarios y en las condiciones laborales de sus profesionales, e irá en claro beneficio de la sanidad privada". De esta situación responsabiliza "tanto al Gobierno de la Xunta de Galicia como a los populares de los respectivos concellos en los que lejos de defender el derecho constitucional de sus vecinos para poder disponer de una sanidad pública de calidad, prefieren callar y defender intereses partidistas".

A pesar de que los miembros de la plataforma ciudadana eran conscientes de que el gobierno del PP no estaba dispuesto a retroceder en su proyecto de reforma sanitaria, siguieron hasta último momento reclamando el mantenimiento del área sanitaria do Salnés. Y lo hicieron con un encierro en las dependencias municipales de Vilagarcía durante toda la mañana de ayer, aprovechando la presencia de vecinos para explicarles los motivos de su oposición a la modificación de la ley, y las repercusiones que tendría en el servicio a los ciudadanos.

Como hicieron en los otros ayuntamientos que integran el área sanitaria, durante la concentración ante las puertas del consistorio se dirigieron a los vecinos para denunciar los problemas de las listas de espera para consultas, intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas, y reclamaron más medios materiales y humanos para poder mejorar la asistencia sanitaria en esta comarca.

Tras conocer que la reforma sanitaria había sido aprobada, los miembros de la plataforma manifestaron: "Seguiremos defendiendo la sanidad pública en esta comarca, continuamos pensando que debe mantenerse el área sanitaria, por lo que saldremos en su defensa como hasta ahora; como trabajadores, como ciudadanos y como usuarios. Lucharemos porque haya mejor asistencia sanitaria en O Salnés".

La última hora de su encierro en la casa consistorial de Vilagarcía la utilizaron para establecer nuevas estrategias con el fin de continuar las acciones reinvindicativas en reclamación de más servicios, personal y medios, incluido un equipo de resonancia magnética para el Hospital Comarcal.