En las últimas semanas se habló mucho de la aparición de cetáceos y aves muertos en la costa gallega, de forma especialmente intensa en las Rías Baixas. Entre las diferentes especies aladas castigadas por los temporales se han detectado algunas poco frecuentes por estas latitudes, como es el caso del avefría europea ( Vanellus vanellus), propia de comunidades rurales -sobre todo de Castilla- que en invierno llega a la zona centro de España para ocupar hábitats abiertos, desde marismas y estuarios a campos de cultivo y pastizales, en los que se alimenta de invertebrados.

En España se reproduce en Castilla y León (cuenca del Duero), Castilla-La Mancha, las marismas del Guadalquivir y el norte de Málaga, con núcleos menos importantes en Galicia, Extremadura, Andalucía, Madrid y el valle del Ebro.

Pero no es habitual ver al avefría compartiendo espacio con las limícolas que frecuentan el Complejo Ons-O Grove, de ahí que llame la atención la localización de un buen número de ejemplares muertos depositados sobre la orilla por los últimos temporales.

Decenas de ejemplares

Así lo explican en el Aula de la Naturaleza de Monte Siradella tras detectar "un yacimiento de decenas de avefrías; una especie propia de los campos de cultivo de cereales existentes en el interior de la Península Ibérica y que en Galicia puede encontrarse con frecuencia en las llanuras de A Limia, por lo que cabe preguntarse qué hacía un ave esteparia flotando en las aguas del Atlántico".

Sin duda, pueden haber sido sorprendidas por los últimos temporales en pleno movimiento migratorio de la especie, que se extiende por Europa, el norte de África y el occidente de Asia, donde alcanza el norte de China.

Hay que tener presente, como explica SEO/BirdLife, que las poblaciones ibéricas de avefría son sedentarias, "aunque durante la invernada nuestro territorio es destino de importantes contingentes de avefrías procedentes de Europa central y occidental, que llegan a partir de noviembre y permanecen hasta el mes de marzo".

La organización citada detalla que en esa época "se distribuye por buena parte de la Península y Baleares, si bien puede realizar desplazamientos de cierta magnitud hacia zonas más térmicas cuando las condiciones ambientales empeoran en las latitudes septentrionales".