El juzgado de lo penal número 3 de Pontevedra condenó recientemente al vecino de Vilagarcía, Alfredo T. B., a un año de prisión al considerar probado que cometió un delito de atentado a la autoridad y de lesiones en la figura de dos agentes de la Policía Nacional a los que agredió y causó diferentes heridas. Además, le condena a indemnizar al Cuerpo Nacional de Policía por los daños causados en el vehículo oficial y al equipo de transmisión de uno de los agentes.

Los hechos por los que fue juzgado el hombre se remontan al 22 de enero de 2017, cuando el hombre entró en un establecimiento hostelero de la avenida de Rubiáns en actitud muy agresiva. En el interior del local se encontraban los dos agentes, que le pidieron que se tranquilizase.

Lejos de ello, el hombre adoptó una actitud todavía más agresiva y de desprecio hacia ellos, increpándolos con frases como "chulos de mierda", "os voy a matar" o "no sois policías ni hostias" y expresiones similares. Ante la actitud que mostraba el hombre, los agentes le conminaron a identificarse en varias ocasiones, algo a lo que el condenado se negó por completo.

Ante su negativa, los agentes le informaron de que debían trasladarlo a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Vilagarcía para proceder a su identificación. De manera sorprendente, el hombre no puso ningún impedimento en ser trasladado, por lo que fue introducido en la parte posterior del vehículo. Sin embargo, cuando este ya se encontraba en marcha, el detenido comenzó a dar golpes y patadas, lo que obligó a los agentes a detener el vehículo.

El primero de los dos policías que abrió la puerta recibió un puñetazo en el rostro, quedando aturdido y teniendo que acudir su compañero a auxiliarlo. El segundo, vio como su compañero caía al suelo tras abrir la puerta, y cuando intentó acceder al interior del vehículo se encontró con el detenido con las piernas levantadas y dándole patadas.

Los dos agentes se vieron obligados a reducirlo, algo que no les resultó precisamente sencillo, debido a la corpulencia del individuo, a su estado de alteración y a la resistencia que oponía.

La magistrada considera que la actitud mantenida por el hombre en el vehículo oficial, y las agresiones de las que fueron víctimas los policías integran "la figura del atentado, prevista en el articulo 550 del Código Penal, que sanciona como reos de atentado a los que agredieren, con intimidación grave o violencia, a agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones".

En lo que respecta a las lesiones, el parte presentado por los agentes indica que uno de ellos sufrió erosiones múltiples con hematoma en la pierna izquierda, precisando para su cura asistencia médica, precisando para su curación siete días, mientras que el otro policía sufrió erosiones múltiples con hematomas pequeños en brazo izquierdo y en un dedo de esa misma mano, a lo que se suma un edema en el labio superior, que le dejó como secuela una cicatriz de dos centímetros en el interior de la boca, lo que le obligó a estar diez días de baja laboral.

Por todo ello, la magistrada considera que se le debe imponer a Alfredo T.B., muy conocido en Vilagarcía, la pena de un año de prisión por el delito de atentado, mientras que por los dos delitos de agresión, la pena es de una multa de 180 euros por cada uno de ellos.